jueves, 22 de noviembre de 2012

NOS DUELE COLOMBIA...



EN DEFENSA DE LA VERDADERA RIQUEZA…

ARCHIPIÉLAGO DE SAN ANDRÉS:  “EL CIELO PARA QUIEN LO TRABAJA”



Seaflower (Foto Cortesía, publiada en el Nuevo Siglo)

A propósito del adverso fallo de la Corte Internacional de la Haya en la que la envidiable reserva natural del Archipiélago  de San Andrés y Providencia de soberanía colombiana se vio menguada en una significativa porción de su plataforma marítima -76.000 kilómetros- cediéndola  a Nicaragua, en el blog de REVISTA LLAMAS queremos rememorar a nuestros seguidores –bloglectores- que en el año 2000 la UNESCO declaró al Archipiélago como RESERVA NATURAL SEAFLOWER, señalándolo como un tesoro natural de riquezas ictiológicas, las conocidas y las no conocidas, biológicas -praderas de pastos marinos, manglares, áreas oceánicas, playas, bosques y ecosistemas coralinos de gran valor para el mundo-.

Sin embargo, creemos que ante los inexplicables acontecimientos fruto del laudo de la Haya en el que no hay colombiano que no lo deplore, no debemos conformarnos con que San Andrés Islas sea sólo una RESERVA NATURAL ¡debemos ir más allá! Así como Cartagena, en 1984; el Parque Nacional de los Katíos, 1994; los parques arqueológicos de San Agustín y Tierra Adentro, el Centro Histórico de Santa Cruz de Mompox, 1995; y  el más reciente: el Paisaje Cultural del Eje Cafetero, 2011, .ingresaron al privilegiado número de los seleccionados por la UNESCO por sus antecedentes culturales,  históricos, arquitectónicos, naturales… como PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD. Asimismo el Archipiélago está tardío, para nosotros, en quedar inscrito en la lista de los considerados como PATRIMONIO MUNDIAL.

Si con esta decisión podemos “blindarnos” ante disputas  teñidas, en parte,  de intereses particulares que, quizás, su fin principal no es buscar la defensa y protección del patrimonio natural que, en últimas, no es propiedad de unos pocos sino un regalo generoso de la Creación para TODOS  y si, en verdad, queremos el bien de nuestro envejecido planeta, ¡TODOS DEBEMOS HACERNOS RESPONSABLES DE SU CONSERVACIÓN Y PRESERVACIÓN! Lo que, con seguridad, nos agradecerán las generaciones de hoy y del mañana.

De hecho proponemos, desde esta tribuna virtual, que dicha acción cobije a otros lugares de nuestro orbe que, por su feraz contenido natural, podrían ser próximos PATRIMONIOS DE LA HUMANIDAD, preservándolos de la codicia humana que sólo trae destrucción y atraso.

Recordemos que, por antecedentes en materia de desastres naturales aleccionadores para el hombre, las costas del mundo son testigos impotentes de los innumerables accidentes petroleros que han diezmado la vida de un universo fantástico en especies animales y  plantas en la superficie y  profundidades marinas. Aún cuando se vienen aplicando sofisticados sistemas de seguridad y mantenimiento, nunca faltan por el camino fortuitos y catastróficos accidentes que dejan  daños irreversibles en los ecosistemas oceánicos, con las subsecuentes pérdidas económicas.   

El aporte de los colombianos, entre ellos los isleños, al Archipiélago de San Andrés Providencia, Santa Catalina y sus cayos viene de épocas pretéritas. No se ha ahorrado tiempo, ni esfuerzos, ni inversión para velar por cada milímetro de tierra y de mar para su preservación ambiental, ni menos por su seguridad. Tareas que no pueden pasar inadvertidas para la Comunidad Internacional, y en las que Colombia si pretendiera una indemnización por ello no habría cómo pagarle.

Por último, Colombia confirma lo consignado en la Ley del Plan de Desarrollo 2011 al 2014 donde se prohíbe cualquier exploración y explotación minera en las áreas señaladas como reserva de la biósfera.


   

Criterios de selección

A finales de 2004, había un grupo de seis criterios en el ámbito cultural y otro de cuatro en el ámbito natural. En 2005 esto se modificó y se unieron para que hubiera un único grupo de diez criterios (los 6 primeros para bienes culturales, y los 4 últimos para bienes naturales). Para ser incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco un sitio debe tener un "valor universal excepcional" y debe satisfacer al menos uno de los siguientes criterios de selección:

I. Representar una obra maestra del genio creativo humano.

II. Testimoniar un importante intercambio de valores humanos a lo largo de un periodo de tiempo o dentro de un área cultural del mundo, en el desarrollo de la arquitectura o tecnología, artes monumentales, urbanismo o diseño paisajístico.

III. Aportar un testimonio único o al menos excepcional de una tradición cultural o de una civilización existente o ya desaparecida.

IV. Ofrecer un ejemplo eminente de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje, que ilustre una etapa significativa de la historia humana.

V. Ser un ejemplo eminente de una tradición de asentamiento humano, utilización del mar o de la tierra, que sea representativa de una cultura (o culturas), o de la interacción humana con el medio ambiente especialmente cuando éste se vuelva vulnerable frente al impacto de cambios irreversibles.

VI. Estar directa o tangiblemente asociado con eventos o tradiciones vivas, con ideas, o con creencias, con trabajos artísticos y literarios de destacada significación universal. (El comité considera que este criterio debe estar preferentemente acompañado de otros criterios).

VII. Contener fenómenos naturales superlativos o áreas de excepcional belleza natural e importancia estética.

VIII. Ser uno de los ejemplos representativos de importantes etapas de la historia de la tierra, incluyendo testimonios de la vida, procesos geológicos creadores de formas geológicas o características geomórficas o fisiográficas significativas.

IX. Ser uno de los ejemplos eminentes de procesos ecológicos y biológicos en el curso de la evolución de los ecosistemas.

X. Contener los hábitats naturales más representativos y más importantes para la conservación de la biodiversidad, incluyendo aquellos que contienen especies amenazadas de destacado valor universal desde el punto de vista de la ciencia y el conservacionismo.

Desde 1992 la interacción entre el hombre y el medio ambiente es reconocido como paisaje cultural.

(fuente: Wikipedia)