IMÁGENES QUE POR SI SOLAS HABLAN DE LO QUE SIGNIFICA UNA DE LAS PROFESIONES MÁS RIESGOSAS Y VALEROSAS DEL MUNDO:
LA DE BOMBERO
ERA EL MARINERO DEL FUEGO
los diarios de la tarde divulgan con rapidez la muerte del bombero Juan Cristóbal da Silva ocurrida durante el violento incendio de ayer:
Nunca más lo veremos en su camión rojo
junto a las escaleras que subían al cielo y al fuego.
Allá en Meier alguién llorará al compañero muerto.
Luchaba contra el fuego. Y amaba el peligro.
Salvó niños, y una fotografía lo sorprendió sobre un tejado que se derrumbaba.
Era el marinero del fuego.
En Meier, quedará la compañera que Juan Cristóbal da Silva acariciaba con las manos todavía calientes de incontables incendios dominados:
un cubierto curvado sobre el silencio y los diarios de la tarde donde se habla de aquel a quien la muerte robó del mágico anónimato.
Juan Cristóbal da Silva, la única víctima del impresionante incendio de ayer, evitó que las rosas fuesen devueltas por el fuego a su presencia no creada y trabajaba imparcialmente, salvando al mismo tiempo el piano y la fruta, los archivos judiciales y las mecedoras.
Purificado por el fuego y citado en la orden del día, hoy es tan sólo una composición mineral...
De ahora en adelante, cuando hay incendios, habrá en el camión rojo de los bomberos un lugar vacío.
A la memoria de este profesional del fuego, ayer desaparecido. En una iglesia en Meier alguién se arrodillará y pedirá a Dios que libre al bombero del otro fuego...
LEDO IVO