martes, 6 de febrero de 2018

Llamas y las conclusiones de los ajustadores de seguros en el terremoto del Eje Cafetero 1999

TERREMOTO DE 1999 EN EL EJE CAFETERO…

AJUSTADORES SEÑALAN FALENCIAS EN CONSTRUCCIONES

Foto tomada de La Crónica del Quindío

Pasó el mes de enero de 2018, más no así el imborrable recuerdo  del hecho que convulsionó hace 19 años a los colombianos, sobre todo a los habitantes de 28 municipios de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda, Tolima y el norte del Valle del Cauca, donde los más afectados fueron Quindío y Risaralda, La tierra en esas regiones como nunca trepidó y sus  habitantes jamás imaginaron que todo cuanto componía su estable vida, sus viviendas, sus negocios, ese día 25 de enero de 1999 a la  1: 19 p.m., serían sepultados en una hora en que muchos reposaban o tomaban alguna corta siesta después del almuerzo.

En esta nota, haremos un breve recuento de lo ocurrido siete meses después del duro cataclismo en el que perecieron cerca de 1900 personas y en las que manos bien dispuestas del Eje Cafetero y de otros departamentos de Colombia participaron, sin descanso, para levantar las poblaciones que fueron sepultadas por toneladas de cemento, arena y hierro.

Dicen los lugareños de las zonas cafeteras que, el abrupto desastre, trajo consigo un buen número de migraciones de otros sitios del país y que, por lo mismo, actualmente hay más personas de otras partes que habitantes nacidos en esas tierras.

A comienzos de 2019, se cumplirán veinte años del alarmante temblor y los caldenses ruegan al cielo que jamás vuelva a repetirse el episodio trágico que marcó sus vidas para siempre.

Volver a levantar sus casas, veredas, municipios, ciudades no fue tarea fácil, fue una labor  impregnada de heroísmo. Para lograrlo debieron, con la decidida cooperación de todos, aportar capital financiero, humano  y de trabajo, sobrellevando de este modo el dolor, la desazón, la impotencia por las vidas perdidas y las construcciones derruidas. 

Foto La Crónica del Quindío


¿QUIÉNES COLABORARON?

En el 2005, por ejemplo, se activaron programas transversales que redundaron en el éxito de la impostergable reconstrucción.

Informes periodísticos de la época señalan que la Federación Nacional de Cafeteros en el departamento del Quindío adelantó alrededor de 3291 proyectos de reconstrucción, 2071 predios atendidos y aproximadamente 15 mil millones de pesos ejecutados. 30 ingenieros y dos digitadores atendieron estas labores.

INVÍAS se encargó de cerca de  20.200 en el departamento del Quindío, de los cuales 17.000 fueron demolidos, un millón seiscientos mil metros cúbicos de escombros removidos, ciento cincuenta mil metros cúbicos de vías rurales fueron limpiadas. Alrededor de ocho mil millones de pesos ejecutados.

La Red de Solidaridad dio refugio a 8585 familias en 112 albergues temporales. Organización comunitaria y Coordinación Interinstitucional activó al menos 384 empleos urbanos de emergencia en todo el departamento y 999 empleos rurales.
La Sociedad Colombiana de Arquitectos licitó y adjudicó obras para unos 63 centros educativos en el departamento del Quindío, por un valor de ocho mil millones de pesos, beneficiándose así 50.000 alumnos.

Expertos ingenieros y arquitectos del renglón de los Ajustes en seguros como el profesional Antonio de J. Hernández, gerente de una reconocida empresa de ajustadores de la capital, aportaron sus conclusiones, después de detalladas inspecciones de cerca de 8000 viviendas, sus falencias y sus aciertos constructivos. La investigación se realizó por encargo de las compañías de seguros afectadas, con el fin de  indemnizar adecuadamente a los propietarios damnificados, así como de la asesoría prestada al FOREC para el control y avalúo de las cerca de 60.000 viviendas que por conducto de las diferentes gerencias zonales fueron atendidas por este organismo.

Foto La Crónica del Quindío
Estos son algunos de los resultados:

¿QUÉ ARROJARON ESTAS INSPECCIONES?
*Se encontraron instalaciones eléctricas, hidráulicas y sanitarias diseñadas con materiales de baja calidad, mal ubicadas y que las hizo colapsar antes del seísmo y después de éste.
*Las instalaciones deficientes, según estos expertos, pueden producir riesgos de incendios, contaminación, humedad y generan altos costos en su reparación.
*Las construcciones deficientes afectaron los suelos y las cimentaciones. En los casos de taludes agravan la inestabilidad, produciendo derrumbamiento sin haber tenido lugar el sismo.

RECOMENDACIONES CONSTRUCTIVAS
Advierten los ajustadores que el constructor debe contar con experiencia suficiente para edificar de forma segura, aún cuando los procedimientos no aparezcan explícitos en los planos de construcción, tal hecho no  los exime  para cumplir normas y códigos de obligatorio conocimiento y cumplimiento.


Estructura de estación de bomberos en Armenia se derrumbó y perdió la vida un bombero. Foto La Crónica del Quindío 

HALLAZGOS

Se encontraron estructuras colapsadas que combinaban mampostería estructural con bloques de arcilla reforzada con acero y columnas de confinamiento. Para los expertos arquitectos y ajustadores el problema fue que las columnas fueron fundidas previamente a la construcción de los muros y no a la par con estos, lo que hizo que las columnas no reforzaran la mampostería y actuaran como una frágil estructura independiente que produjo el derrumbe total de edificios.

Según los ajustadores de seguros no hubo interventoría y supervisión en las edificaciones colapsadas, siendo probable que las fallas de procedimiento constructivo, en muchos casos, hayan sido porque no se ciñeron a lo estipulado en el proyecto.
Señalan, además, que un buen número de construcciones sufrieron daños mínimos en su estructura, demostrando su buena calidad.

ENTRE ESCOMBROS SURGEN LAS ESPERANZAS

Al cumplirse cerca de dos décadas del mega terremoto del Eje Cafetero, el diario de provincia La Crónica del Quindío se sumó a la dolorosa efemérides  del terrible episodio con el artículo “197 Proyectos de Reconstrucción de Templos se hicieron en el Eje Cafetero” en el que se señala la empeñosa labor de recuperación que adelantó la delegación diocesana del Eje Cafetero.

En ese entonces, nombró como delegado diocesano al profesional  Héctor Alberto Marín Ríos ante el Fondo de Reconstrucción del Eje Cafetero, FOREC, para la recuperación de iglesias.  Estas instituciones se dieron a la gratificante tarea de levantar, a partir de 197 proyectos, varios templos del Quindío, Risaralda, Caldas y norte del Valle del Cauca, católicos y no católicos.

En la nota periodística Héctor Alberto Marín Ríos, hoy Secretario del Interior del Quindío, expuso que la tarea de reconstrucción brindó un mayor reconocimiento a las diócesis de Pereira y Cartago, y ayudó a gestionar las labores para la catedral de Chinchiná. “Trabajamos con la unión de pastores del Quindío.

“Realmente fue muy bonito, las iglesias y los templos fueron la primera iniciativa de reconstrucción que hizo el FOREC. Trabajamos no sólo en el ámbito de infraestructura, sino en lo social. Cada uno de los sacerdotes, la pastoral social y juvenil, los pastores y todos los fieles participaron”.

En la mencionada entrevista del reconocido tabloide quindiano, al funcionario Héctor Alberto Marín Ríos,  reviste especial importancia el hecho de que, según el funcionario, al tiempo que se reconstruían los templos, iban  resurgiendo los barrios y, fue la primera vez, que un estado laico se ofreció a aportar parte del dinero para volver a la vida estas infraestructuras.

“Creo que fue uno de los más grandes y exitosos proyectos. Nos ganamos un premio a la excelencia y a la transparencia”.

En este esfuerzo de recuperación también participaron ONG’S, sacerdotes e instituciones como el Minuto de Dios. 

(Editores Llamas)