lunes, 15 de enero de 2018

Llamas invita a despertar el hábito permanente de la prevención

LAS FALLAS NOS MUEVEN... ¡A PREVENIR!


(Por Pilar Segura, revista LLamas, Edición No.91)




Era el año de 1995, un 19 de enero cuando Bogotá fue sacudida por un sismo de magnitud 6.5 grados en la escala de Richter. Por fortuna, el saldo de muertos, lesionados y daños a construcciones no fue lamentable, pues ocurrió a 120 kilómetros de la capital.

Los datos de esa época informaron que el temblor arrojó cinco muertos, 28 heridos, averías en 40 edificios, infarto en las comunicaciones, 30 accidentes de tránsito y dos incendios en la capital.

El proyecto Integral de Mitigación del Riesgo Sísmico para la ciudad en uno de sus componentes "Medidas de Mitigación Ejecutadas por Ejecutar por parte de los Entes de Prevención y Atención de Desastres", trabajo avalado por el gobierno nacional y distrital, Universidad de Los Andes e Ingeominas, describe la labor, de carácter permanente, que se está realizando para prevenir los efectos desastrosos de los eventos telúricos.

-Aporte metodológico para la elaboración de microzonificaciones sismogeotécnicas, estimación de daños y evaluación de vulnerabilidad y diseño de edificaciones indispensables, acogida por la Norma Sísmica Colombiana.

Instrumentación adicional con acelerómetros tanto en la superficie como en la roca a 200 metros de profundidad, con fines de calibración y seguimiento.

Evaluación de la vulnerabilidad sísmica de hospitales, colegios, inmuebles de patrimonio cultural, edificios públicos, y toda clase de construcciones, así como su diseño, su rehabilitación y reforzamiento estructural, no -estructural y funcional-.

Análisis de vulnerabilidad sísmica, diseño y construcción del reforzamiento de los edificios del Centro Administrativo Distrital.

Evaluación detallada de vulnerabilidad de puntos críticos de líneas vitales y creación de normas para el diseño de las redes de gas a nivel urbano.

Fortalecimiento de las actividades educación, capacitación y participación comunitaria. 

Revisión del Sistema Unificado de Manejo de Emergencias SUME, con el fin de mejorar y complementar las medidas de respuesta y preparación para la atención de emergencias sísmicas.

EDIFICACIONES VULNERABLES

Sismo de 1917 en Bogotá

Ante un posible evento sísmico en Bogotá, el estudio de Microzonificación sísmica, adelantado desde 1994, establece que sólo a partir de 1984, cuando se expidió el Primer Código Colombiano de Construcciones Sismo Resistentes CCCSR, las edificaciones, no en su mayoría, tienen algún grado de protección en caso de un terremoto, pero las anteriores a este año son vulnerables al fenómeno natural.

Principales cifras obtenidas del estudio para el inventario de las edificaciones y cada uno de los escenarios sísmicos hipotéticos considerados. A los valores estimados de muertos se sumaron los heridos muy graves, que no alcancen a ser atendidos por dificultades presentes derivados de la inmovilización del tránsito.

SISMO LEJANO

Según el análisis de Microzonificación, en caso de que el sismo fuese de aceleración del orden de 0.03g a nivel de basamento rocoso es probable se vieran afectados edificios altos; la mayor concentración de pérdidas serían en la zona norte. Daños de estructuras en algunas edificaciones y averías de menor consideración en las edificaciones de toda la ciudad.

Si el movimiento de tierra ocurriera de día, se cree arrojaría 300 muertos y 1600 heridos. Si fuese de noche, entre 350 muertos y 1900 heridos.

12.3 millones de metros cuadrados de edificaciones, el cuatro por ciento del área construida de la ciudad quedaría destruida. Al menos 27.000 de sus 270.000 habitantes tendrían dificultad de alojamiento.

Las rupturas de las redes serían despreciables. Las empresas de servicios públicos restablecerían el servicio en forma inmediata.

CONSECUENCIAS DEL EVENTO -SISMO CERCANO FUERTE-

Ante un sismo que se presente en la misma falla con aceleraciones del orden de 0.20 g, equivalente a un sismo de 475 años de período de retorno, presentará el siguiente panorama: pérdidas en las cercanías orientales y sectores del norte y, el sur de la ciudad. Su incidencia sería baja en la zona occidental. Si sucede en el día, habría 3500 muertos y 20.000 heridos. Si fuese en la noche, habría 4.500 muertos y 26.000 heridos. 33.8 de metros cuadrados de edificaciones, equivalente al 10.9 por ciento del área construida en la ciudad serían destruidos. Catorce millones de dólares en pérdidas por los daños. El diez por ciento de 738.000 habitantes tendrían problemas de alojamiento.

Entre 450 y 500 rompimientos en la red del acueducto. 60 daños en la red de gas natural. Cerca de seis kilómetros y medio de lineas de cables de alta tensión colapsadas. Igual sucedería con centrales telefónicas del norte, el centro, oriente y sur de la ciudad.

La pregunta que surge, pues nadie sabe su hora, pero sí su hora de prevenir es: ¿cuántos de los ciudadanos estamos preparados o no y cuántos edificios se encuentran bien reforzados en caso de presentarse un evento sísmico? ¡Hay que despertar un hábito prevencionista y de conservación de las edificaciones permanente!  

lunes, 8 de enero de 2018

Llamas y sucesos de pesadilla que invitan a proteger mejor a nuestros niños

LA VIDA NOS COBRA CON CRECES…


¡EL PERDERLOS DE VISTA!



Niña en Kampala, Uganda Foto Will Wegener


Quizás algunos consideren que hay asuntos en la vida que no pasan de ser simples arandelas. Que hay otros escenarios que, por su notable importancia, atrapan mayormente toda nuestra atención. Así, por ejemplo, temas relacionados con la economía o la seguridad mundial, por los que surgen estos interrogantes: ¿Cómo ha sido el comportamiento de las acciones en las bolsas de valores hoy en el mundo? ¿Cuáles han sido las posiciones de las naciones frente al manejo responsable de las armas nucleares en el planeta? ¿En qué va la escalada indetenible de la delincuencia o del terrorismo, hoy causante de miles de víctimas en el planeta? O preocupaciones ambientales tales como la desaparición, sin marcha atrás, del hielo polar ártico y con él la eliminación de especies animales nativas que jamás volverán a pisar el suelo terráqueo.

Sin embargo, hoy día el inusitado crecimiento  en las noticias acerca de los niños, que denuncian el notable deterioro, para algunos de ellos, en su seguridad,  en su vida, en su protección, educación, salud, alimentación, hogares estables,  no es un tema de interés menor, sino una discusión que ocupa los titulares de los medios impresos y telediarios en todas partes, señalándolos como las mayores víctimas de la violencia, la desorientación y la indiferencia de estos tiempos.

Asistimos a un verdadero drama que debe conmover, incluso al de entrañas más insensibles. Niños violados, abandonados, agredidos, desplazados, explotados, raptados, asesinados, son el cuadro patético, de un terreno abonado por una sociedad que, en su carrera irrefrenable en pos tan sólo de lo material, sacrifica el valioso tiempo que se les debe brindar con una educación basada en el amor y los valores.


“CÓDIGO DE VIDA QUE RECIBIMOS DE NUESTROS ANTEPASADOS”


Foto Drew Hays  

“No es un tiempo perdido”, dice el sicólogo Rafael Cifuentes, “es un tiempo que construirá una sociedad más fuerte, segura y feliz. Lo que hoy no hagamos en pro de nuestros menores, mañana lo pagaremos muy caro.  Las secuelas dejadas por sus inestabilidades y sufrimientos, de no ser tratadas y sanadas a tiempo, configurarán una sociedad enferma, sin amor, edificada sobre pilares de arena, sin principios. Es una construcción que, necesariamente, colapsará en el caos y en la destrucción para todos y ya lo estamos viendo.

“Recordemos, son los pequeños los futuros gobernantes, padres, industriales, directivos de empresas, comerciantes, operarios, maestros, etcétera… Quienes ocuparán puestos de responsabilidad y ¿qué responsabilidad podrán tener, sino se les inyecta por sus venas los valores morales y la estabilidad emocional que sólo la familia puede ofrecer?”.

Entonces, doctor Cifuentes… ¡¿Cree Usted, que los estamos perdiendo de vista?!

“No sólo de vista, sino que por nuestros miedos, dudas y temores no los estamos disciplinando. Les permitimos que hagan lo que quieran, pensando que ellos poseen las nociones claras para hacerlo.  No les estamos dando las herramientas espirituales. Es un código de vida que recibimos de nuestros mismos antepasados, pero que hoy negamos a nuestros pequeños, pensando en que estamos en un consentido modernismo y que ahora las cosas son distintas. Pero, ¡los estamos perdiendo! ¡Ellos necesitan la figura de la autoridad  bien encauzada de los padres! De los adultos responsables.  Y dónde no hay autoridad, es como en un país, o en una sociedad, hacemos lo que queremos, sin reglas de juego para desenvolvernos armónicamente. La autoridad no se debe convertir en una dictadura o en una tiranía. El adulto que tiene a su cargo la vida del menor debe ser una autoridad basada en el afecto, en la dirección espiritual. No han oído ustedes aquella frase que dice: ‘me doblo como el bambú, pero no me parto’, así debe ser la educación para nuestros hijos, si queremos personas estables, seguras, emprendedoras y felices en el entorno en que viven”, puntualiza el doctor Rafael Cifuentes.

HISTORIAS DE PESADILLA


Foto Can Stock Photo

En lo concerniente con el tema que nos ocupa en esta nota, el de la Prevención enfocada al cuidado y orientación de los menores, observamos con preocupación el aumento de las cifras de niños muertos y heridos, por descuido en la vigilancia de los pequeños por parte de sus progenitores o personas que están a su cuidado. Además, del desconocimiento de los peligros que los rodean en el ambiente en el que se encuentran.

Hacemos alusión a un caso, entre muchos otros, de niños de escasos tres años y nueve años cuyos padres una noche se van de rumba, quedando estos encerrados en su vivienda. Entonces, el más pequeño comienza a jugar con unos cerillos y provoca un incendio que le costará la vida a él y heridas de gravedad a su hermanito mayor.

¿O qué tal este otro incidente? El del aquel menor de cuatro años que estando en la cocina, alcanzó la olla de agua caliente que reposaba sobre la estufa, echándosela encima y obteniendo como resultado quemaduras graves en todo su cuerpecito.



Foto Frank Mackenna

O el de la niña que, viéndose sola en su casa, jugando, se metió en la lavadora, quedando encerrada en la máquina y muriendo en ella por asfixia. O de aquel pequeño que, también sin la atención debida de sus padres entró a  una piscina y se ahogó.

En este triste listado también mencionamos, pese a la infinidad de campañas adelantadas por las autoridades bomberiles, de policía, ICBF, entre otros, los casi cerca de trescientos niños que, en Colombia, desde el comienzo de las fiestas decembrinas hasta el seis de Reyes, se intoxicaron con totes, perdieron sus falanges, ojos y  otros miembros, sufriendo múltiples quemaduras, por manipular pólvora, con la increíble permisividad de adultos irresponsables o la falta de vigilancia de muchos de ellos.


Unimos a estos lamentables relatos la historia de aquellos menores que, buscando escapar de sus países de origen por evidente desnutrición y gobiernos tiránicos, se embarcaron en mortales travesías por el mar, en busca de horizontes más seguros, que nunca llegaron a coronar, muriendo tragados por las aguas con todo y sus imposibles sueños.

Las historias de pesadilla de incidentes con menores no para ahí.  Concluimos, por ahora, con este último y duro episodio. El del pequeño de escasos tres años y medio que jugaba con la hornilla de una estufa de cocina, al parecer, en un primer piso, en un edificio de apartamentos  del Bronx, según lo informó el Jefe del Cuerpo de Bomberos de Nueva York, Daniel Nigro, lo que produjo el feroz incendio donde varios apartamentos y el interior de la estructura quedaron carbonizados. Doce muertos - entre los que se cuentan cuatro menores, y un adolescente-,  dieciséis heridos por quemaduras, saldo que dejó esta tragedia, conocida como una de las peores ocurridas en quince años en esta ciudad.

Foto EFE Alba Vigaray (El Diario NY)
De acuerdo con voces autorizadas de organismos de emergencia y rescate del mundo estos hechos suceden, en su mayoría, porque falta enfatizar y divulgar más Campañas de PREVENCIÓN y EDUCACIÓN, para que los adultos conozcan los peligros a los que están expuestos los niños y ellos mismos, al no prevenirlos y alejarlos de aquellos lugares que representan un peligro para su vida y su salud,  cuando les dejamos a la mano elementos que se convertirán en arma letal para el mañana. 

El Departamento de Edificios de la Ciudad confirma que la estructura tenía un pasado de violaciones a las normas de mantenimiento y un sistema de detección de humo deficiente en la primera planta, de acuerdo con el Departamento de Edificios de la Ciudad, reportó Pix 11. (Editores Llamas)