miércoles, 25 de octubre de 2017

LLAMAS EN CALIFORNIA-

LOS VITICULTORES Y POBLADORES DE LOS VALLES DE NAPA, SONOMA, MENDOCINO, YUBA CIUDAD DE SANTA ROSA, AL NORTE DE CALIFORNIA, JAMÁS PENSARON QUE…

TSUNAMIS DE FUEGO CONSUMIRÍAN SIGLO Y MEDIO DE EVOLUCIÓN VITIVINÍCOLA Y MILES DE SUS HABITANTES QUEDARÍAN SIN NADA





Sin lugar a dudas, Dios el Creador de todo cuanto existe en el universo, en los distintos tiempos de la humanidad siempre está dispuesto a dar avisos, signos y señales al hombre a quién desde el Génesis, según las Sagradas Escrituras, lo delegó como el gran administrador de su reino natural en la tierra.

Es el hombre, el primero y principal en toda la Creación, de acuerdo a los designios de Dios, por encima de plantas, animales y minerales. Todo nos habla de Dios y de su profundo deseo, porque el hombre no abandone ni destruya el ambiente que lo rodea.

Lo acontecido el domingo ocho de octubre de este año en los Valles de Napa, Sonoma y otros condados, de California, pareciera tener una relación con lo divino y lo sobrenatural. No porque el fuego hubiera sido desatado por la ira Divina, sino, por el contrario, es quizás la indiferencia, el desgano  del administrador de la tierra, el hombre que, en muchas oportunidades le ha dado la espalda a las reservas de bosques y selvas, que, en cualquier descuido o abandono, son visitadas, en períodos de verano y sequía, por los fuertes temporales de ventiscas y calor que incuban  increíbles tsunamis de fuego; ahora más temibles a causa del Fenómeno del Niño y  el tan indiscutible cambio climático. 

Calificativos como el Paraíso del Vino. Nombres como Sacramento, Santa Rosa, San Francisco, la vid y los sarmientos, el fuego, “Vientos de Diablo”, etcétera. ¿Serán sólo una coincidencia y nada más?  Aun así,  todas estas casualidades  no dejan de ser inquietantes y nos llevan a hacernos consideraciones sobre la inmensidad  inabordable que es  la Creación de Dios, el mundo natural que nos rodea y de cómo ésta eclosionó por un sublime acto de amor,  en donde el  ser humano surgido a la vida por el misterioso milagro del amor y en compensación a ello, siendo este el centro de la Creación por voluntad de su Creador, no podría menos que amar al Dador de la vida, amarse así mismo por el valor que representa en este enigmático mundo y amar el otro, e indiscutible milagro de la génesis, tejido  en  los laboratorios de la sapiencia eterna, ¡el entorno ambiental!

Paradise Ridge Winery

California, es el Estado, por excelencia, de mayor producción de vino de Estados Unidos. La actividad gratificante de la viticultura se inicia cuando, a mediados del S.XIX misioneros españoles empezaron a cultivar viñedos allí. Hoy, el fuego en cuestión de horas devastó cientos de miles de acres, cegó la vida de cerca de 42 personas y volvió polvo y cenizas cinco mil edificaciones. El impacto económico de la industria del vino podría estimarse en al menos US $13.000  millones de dólares por cada condado.

Versiones de autorizados meteorólogos apuntan a que sus causas fueron porque esta es temporada de calor, sequía, vientos y poca humedad, lo que alimenta con gran rapidez los implacables incendios.


Foto Nath Meyer, Mercury News




Otras voces, de algunos habitantes de Sonoma, por ejemplo, sostienen que los cables de la electricidad dieron pie a  que se propagaran las deflagraciones, al derribarse por las ráfagas de viento sobre los árboles que no habían sido podados y causar la mayor emergencia por incendios en el Estado de California. Aseveraciones que son materia de investigación por parte de ajustadores de seguros e investigadores de incendios.

No obstante, en situaciones de emergencias por combustiones forestales ha  habido antecedentes que postes y transformadores de energía en contacto con los árboles a los que, por descuido no se les podó, fueron una de las causas para que los pavorosos e incontrolables incendios se expandieran.   

Otra dificultad que impidió el estar preparados para su efectivo control, según observación hecha por los residentes de las zonas afectadas a los diversos medios de prensa, como el Grupo de Noticias del Área de la Bahía, fue la falta de comunicación.

Según información del medio, funcionarios del condado de Sonoma no enviaron una alerta de emergencia a los teléfonos celulares de los residentes cuando los incendios estallaron la noche del domingo, porque según ellos se habría generado pánico, obstaculizando las operaciones de evacuación. Los habitantes no se enteraron del peligro sino cuando este ya “tocaba” las puertas de sus casas. Los funcionarios de Santa Clara, según el mismo diario, también fueron objeto de las mismas quejas en las inundaciones de febrero a lo largo del río Coyote.


Bombero se tapa los ojos ante el impresionante humo e incendio


También los bomberos tuvieron dificultades para comunicarse cuando se enfrentaron a la furia del fuego que barrió con las regiones del vino en California. Torres de teléfonos celulares caídas. La topografía montañosa bloqueó las señales de radio. Y el número de mega incendios, además  de los grupos de ejércitos combatiéndolos imposibilitó la actualización de la información sobre el desastre.

Los afectados no han salido de su asombro, al preguntar a diversos medios de comunicación cómo era posible, si los Incendios se originaron en la naturaleza, en las colinas ondulantes de los valles de Napa y de Sonoma, en su parte rural,  se  expandieran con tal poder de destrucción y magnitud hacia las zonas urbanas, arrasando con todo lo que nutriera su voracidad.

“LOS VIENTOS DEL DIABLO”



Monte del Diablo (Imagen BBC dominio Público)


La brisa marina parte del Océano Pacífico y toca tierra. En el otoño, la alta presión se acumula en la Gran Cuenca, una amplia franja de tierra que abarca buena parte del oeste de los Estados Unidos, haciendo que el viento sople en dirección opuesta. El aire desciende desde las altas elevadas de Nevada y Utah, al nivel del mar, al norte de California. Este aire se comprime y se calienta en el proceso.

Estos vientos se cree que soplan desde el Monte Diablo, una montaña de donde se desprenden misteriosas leyendas a partir de la conquista española.

En 1991, cuando los incendios de Oakland, gran número de personas lo relacionaron con las escenas dantescas del averno. A partir de ahí, los vientos cálidos y secos del nordeste que, se dice proceden del Monte Diablo han recibido el calificativo popular de “Vientos del Diablo”.

Estas borrascas afectan la rica y feraz región vinícola del norte de California, hoy catalogada como una de las peores tormentas de fuego en la historia del Estado.

Fuera de “Los Vientos del Diablo”, el fuego se fortaleció con las condiciones secas, la baja humedad, los céfiros imparables, convirtiendo el boscaje y árboles en yesca, devorándolos con rapidez e incinerando sin remedio hermosos chalets, cavas, bodegas, hoteles, colegios, hospitales, negocios, barrios y vehículos.

El meteorólogo de UCLA, Daniel Swain dijo a la prensa: “Se trata de las peores condiciones climáticas para diseminar rápidamente un incendio forestal, dado el combustible”.

Los incendios se desplazaron desde la parte más baja, al pie de la montaña, hasta su cumbre, durante la noche, afectando diez condados de California.

El FUEGO EVAPORÓ EL VINO



Bodega Vino Valle de Napa, California

Paradise Ridge Winery, empresa vinícola en California siendo como su nombre lo indica, un paraíso para los enólogos-expertos en vinos-, turistas y amantes del vino, ubicada en las colinas de Santa Rosa, es una de las vitícolas convertida en cenizas, por los gigantes incendios en el centro californiano. Y la ruta del  Valle de Napa, con su Sendero Silverado, bordeado por vistosos robles que cautivan a los viajeros admirados por la belleza del paisaje, también sepultado por el fuego.

Ray Jonhson, Jefe del Departamento de Negocios del Vino de la Universidad de Sonoma explicó a la AFP, que los incendios tienen un gran efecto sobre la industria en Santa Rosa. Una postal que atraía a muchos turistas cada año.

La bodega Stag’s Leap Cellars, (Valle de Napa) mundialmente famosa cuando en 1976, venció a Francia en una competencia de vinos, fue evacuada y el daño en su estructura así como sus pérdidas están siendo investigadas por las compañías de seguros.

Los viticultores expresaron en las redes sociales que, pese a que sus empleados enfrentaron las llamas, fue imposible detenerlas, porque éstas avanzaron hacia los edificios obligándolos a evacuar. Un panorama devastador de barriles carbonizados, fuerte olor a alcohol quemado, bodegas y edificaciones hechas escombros.

“Pareciera que hubo un bombardeo”, comentó Joe Nielsen de la Doneland Family Winery, en declaraciones a ‘San Francisco Chronicle’ “.

Cushing Doneland, empresario del vino, hablando para la misma agencia noticiosa, lamentó lo sucedido: La gente ha perdido todo, viñedos con mucha historia han sido barridos por las llamas. Enfrente de nosotros, vecindarios dónde nuestros amigos y vecinos viven, se redujeron a cenizas”.

Otro productor del vino, el Señor Buizque, contó a la prensa que, “tomará años replantar las viñas quemadas. Las mejores uvas –Cabernet y Merlot- que producen el mejor y más costoso vino, su cosecha iba a ser recogida luego”.

PREVENIR ANTES QUE LAMENTAR


Bombero luchando contra el fuego

Después de estas duras lecciones, donde las pérdidas son todo el resultado, los expertos prevencionistas y ambientalistas hacen las siguientes recomendaciones: “Aunque no se crea que el imprevisto “toca” a su puerta, su negocio o su casa, un día sin pensarlo, resuelve aparecerse y dejarlo sin nada…

“Es la Prevención la receta de oro que puede salvar su vida, su trabajo y su patrimonio. De seguro,  la mayoría de los grandes empresarios del vino  tenían sistemas contra incendio en sus bodegas, fincas y chalets para asegurarlos del evento del fuego. 

Asimismo, prestigiosos hoteles, y reconocidos negocios  contaban con dicha protección. Pero, al parecer, el fuego los tomó por sorpresa.

“En cuanto a los habitantes de urbanizaciones más populares que, también, resultaron devastadas por las conflagraciones, la pregunta es: ¿Serían sus construcciones más vulnerables a este tipo de desastres? ¿Contaban con la seguridad adecuada?

“Los dueños de cultivos y sus empleados o colaboradores, que están próximos a zonas dónde la ignición forestal es frecuente, deben capacitarse, conformar grupos y dotarse de herramientas para contener  el comienzo de un fuego mortal.

“Los vigías y bomberos forestales de los bosques y montañas requieren monitorear estas zonas permanentemente, las cuales deben ser objeto de  mantenimiento y limpieza oportunos para que no se abra el camino a nuevos incendios.

“Los bomberos deben tener fácil acceso a las zonas incendiadas para realizar su labor sin obstáculos.

“Los encargados de la riqueza natural de las distintas especies, tanto de plantas como de animales, deben cuidar que éstos no sean aniquilados por desastres”.

EL APORTE DE LA TECNOLOGÍA SALVA LA VIDA,  NATURALEZA Y BIENES

En los últimos tiempos empresas dedicadas a crear y diseñar softwares ofrecen hoy plataformas ideales y seguras para informar a los primeros respondientes acerca de la naturaleza de las conflagraciones forestales y otros desastres de preocupante magnitud.

En la actualidad, hay plataformas basadas en la nube, con monitoreo automatizado de alta calidad, de riesgos en tiempo casi real, conocimiento de la situación, soporte de decisiones e intercambio de información a ejecutivos que, por su liderazgo, pueden responder a las situaciones de emergencia.

Son aplicaciones seguras. Cuentan con mapas que enseñan los lugares más riesgosos en desastres naturales del mundo y una aplicación móvil. Asimismo, documentan qué tan severos son los incendios, su dirección y velocidad, movimiento, la densidad de población, áreas en peligro, sus construcciones y dónde se localizan las organizaciones de respuesta inmediata.

Son herramientas que detectan huracanes, sismos, entre otros desastres y el daño que puede provocar. (Texto: Mery Cristina Robledo)


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