domingo, 25 de agosto de 2019

En Llamas Santuarios Naturales, de la Cultura -Museo Nacional de Brasil y la Espiritualidad -Catedral de Notre Dame- Malogrados por el Fuego Lanzan un SOS al Planeta





LA AMAZONÍA,  GUERRERA DE CONTROLADOS INCENDIOS,
HOY SE RINDE VENCIDA POR LA SEQUÍA, LA DEFORESTACIÓN, Y EL FUEGO QUE LA EXTINGUE

Todo incendio en su indetenible marcha destruye sin compasión patrimonios naturales, culturales, e históricos de difícil o imposible recuperación. Para frenar su acción devastadora hay que hacer ¡Prevención!

La Amazonía: insondable selva tropical que cobija en si misma millones de surtidos árboles, formando sendos hogares verdes y frescos, donde canturrean aves exóticas, viajan peces multicolores por sus sonoras aguas y fantásticas fieras, mamíferos y reptiles caminan por sus misteriosos senderos, ofreciendo a los amantes de este planeta, nuestra casa común, la visión más sublime de la obra creadora de Dios, contra la que nadie en un mundo civilizado y consciente debería atentar, labrando así su definitiva decadencia y extinción.





DATOS DE UNA CATÁSTROFE


Tala de bosques Getty Images

* Para ambientalistas e investigadores de bosques tropicales la selva amazónica gozaba de dos estaciones la  húmeda y la más húmeda. Siempre como valiente guerrera vencía los incendios. Hoy, su tradicional clima se ha visto modificado. Hay una notoria sequía, porque el humo, el hollín, la deforestación y el fuego están afectando el ciclo normal de la lluvia, convirtiéndose en el combustible que hace de la región, la zona roja más vulnerable del planeta para incontenibles incendios forestales.

*En un 83 por ciento aumentaron los incendios forestales en esta zona en 2019, superando el mismo período de 2018.

*Los estados más afectados en el mega desastre causado por acciones irracionales humanas y acrecidas por el cambio ambiental son: Mato Grosso (14000 incendios), Pará (9818), Amazonas (7150), Tocantins (5776) y Rondonia (5604). Mato Grosso y Pará, estados agrícolas de Brasil, donde los incendios forestales se han manifestado imparables. Allí se presenta una  actividad agrícola que llega a la cuenca hidrográfica del Amazonas con alto impacto en la deforestación.

*Imágenes satelitales dan cuenta de nuevos incendios, alrededor de 9507 que se extienden al norte del Brasil, cerca de la cuenca del Amazonas, hogar del bosque tropical más grande del mundo.

*Inadecuado uso de las tierras y la tala ininterrumpida de árboles generan la pérdida de más de sesenta millones de hectáreas de la selva amazónica brasileña en tres décadas.

*Aun cuando el planeta padece en estos momentos los estragos causados por incendios en España, Portugal, Canadá, Australia, EE.UU, Grecia, China, Africa, India, Siberia, en el Ártico… Ahora los ojos del mundo se enfocan en Suramérica, donde la situación del fuego es más incontrolable: en la Amazonía Brasileña, considerada el Pulmón Verde del orbe y esperanza en el equilibrio climático por la captación de dióxido de carbono que realiza. Así mismo en la Amazonía Boliviana, Paraguaya, Peruana y la Colombiana. Colombia, además, sufre los rigores de más incendios forestales que arrasan vastas áreas naturales en los departamentos de Tolima, Huila, Cauca, Santander, Norte de Santander, Boyacá, Cundinamarca, Antioquia, Pasto…)

*En julio de 2019, Imágenes Satelitales del INPE – Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales brasileño- lanzaron una alerta, porque en lo que va corrido del año se habían registrado 2254 kilómetros deforestados (una superficie mayor a la isla de Tenerife).

Telón de humo oscurece en el día a Sao Paulo Foto Reuters


*Mato Grosso do Sul, Paraná y Sao Paulo se vieron afectados por una densa humareda que anticipó la oscuridad de la noche, aun siendo de día.

*El INPE informó que los focos de incendio afectaron 68 reservas ambientales o indígenas en la Amazonía.

*El Parque Nacional de la Chapada dos Guimaraes, en Mato Grosso, perdió al menos doce por ciento de su vegetación. La cobertura vegetal de la Reserva Indígena Parque do Araguaia, del estado amazónico de Tocantins fue devastado por el fuego.

*Las quemas, actividad tradicional de colonos y agricultores para despejar el terreno después de la tala de árboles, propiciaron el desastre incendiario de la Amazonía.

MANOS CRIMINALES, COMÚN DENOMINADOR

Voces de expertos ambientalistas aseguran que después de someter a la limpieza los terrenos, estos quedan estériles, desolados e inservibles para el cultivo.

Asociando tales prácticas con actos vandálicos, donde las zonas afectadas se demoran veintenas de años y centurias para ser reforestadas.

Lo curioso es que la naturaleza en su sabiduría, se expresa con señales, imágenes,  sitios, nombres…, perceptibles para algunos.  Es así que nos muestra como carga con el insoportable peso de la violación de sus entornos, del irrespeto, la ignorancia, la indiferencia, del actuar ilegal, el sin sentido humano, y en el dolor de sus indefensas criaturas ella misma exclama: ¡No más! ¡No continúen derribando con el hacha criminal árboles y prendiendo fuego a la vegetación!

Santa Cruz, Bolivia, devastada por incendios forestales Foto AFP

Santa Cruz, Bolivia, sufre los rigores del devastador crimen con los famosos “chaqueos” –quemas- que hambrientos calcinan más 500.000 hectáreas de bosques y pastizales, a lo que las autoridades cruceñas califican como “desastre departamental.

Perú no se escapa de esta “ola” de fuego, con 98 incendios forestales, en 18 regiones del país. El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) cree que los focos incendiarios son acciones humanas.

El INPE – Instituto Nacional para las Investigaciones Espaciales- explica a la prensa mundial que, cuando iniciaron en el 2013 los registros de incendios, 2019 se presenta como uno de los años con el pico más alto -74.155, con 40.000 incendios más que en el 2018.

Para Carlos Durigan, experto conservacionista en Brasil, Director Nacional del Programa de la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre, WCS, en entrevista concedida al portal ambiental Mongabay, "hay una asociación criminal que prende fuego creando enormes áreas de expansión para la agricultura y la ganadería a gran escala, principalmente en el sur de la Amazonía en el gran arco de deforestación brasileña…”

En el panorama asfixiante que sufre la  Amazonía, como siempre en esta clase de situaciones se buscan culpables. Entonces, salen a relucir acusaciones de uno y de otro lado. Del gobierno brasileño de Jair Bolsonaro contra las ONG’S y de estas contra el gobierno. Lo cierto es que mientras tanto el bosque tropical amazónico acusa una peligrosa extinción, sin que se produzcan soluciones definitivas a la vista. Por ejemplo, que el mundo aporte ingentes presupuestos para un patrimonio natural que es de todos. Asimismo que se impida se tumbe un árbol más en este suelo y se reforeste. Que se activen programas de monitoreo, de vigilancia permanentes y efectivos, con el fin de prender las alarmas de autoridades ambientales, bomberos forestales, guardabosques, y de policía para proteger  los sitios de mayor deforestación.

Diseñar campañas educativas dirigidas a pobladores y agricultores para hacer respetar las zonas de reserva ambiental, a la vez aplicar duras sanciones penales y económicas a los depredadores del ambiente.

SERVICIOS INVALUABLES

El bosque tropical del Amazonas presta un invaluable servicio ambiental a la humanidad, al constituirse en un laboratorio verde, único, siendo la farmacia natural de donde surgen soluciones científicas para muchas enfermedades que aquejan a la humanidad.

“LA AMAZONÍA Y LA AGENDA 2030”

Pedro Rivas Alves, Sargento de Bomberos, Mato Grosso, da de beber a armadillo BBC Brasil


Consultando el documento de PNUD –Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo- “La Amazonía y la Agenda 2030, en uno de sus capítulos denominado “El Contexto del Desarrollo del Amazonas”, menciona que el Amazonas alberga cerca de la mitad de la biodiversidad del planeta; siendo un importante proveedor de bienes y servicios eco sistémicos, crítico a nivel climático y, para el funcionamiento de los ecosistemas a nivel nacional, local, regional y global. Sólo el río Amazonas proporciona el quince por ciento del total de agua dulce en todo el mundo (SDSN Amazonía 2014)

También menciona que la Amazonía cubre una superficie de 7.8 Kms cuadrados, consta de doce macro-cuencas compartidas por 1497 municipios, 68 departamentos, estados, provincias y nueve países: Bolivia (6.2%), Brasil, (64.3%), Colombia (6.2%), Ecuador (1.5%), Guyana (2.8%), Perú (10.1), Surinam (2.5%) y Venezuela (5.8%), y la Guayana Francesa (1.2%). 

El informe aclara que estos países han adquirido el compromiso de implementar actividades sostenibles para frenar el problema de la deforestación en la región.

Asimismo, cita un estudio elaborado por un grupo de científicos internacionales en el que se concluye que la selva tropical del Amazonas es la segunda área más vulnerable en el mundo después del Ártico.

El documento de la PNUD indica que el cambio climático y el aumento de la intervención humana está acercando a la Amazonía a un punto de no retorno, por sus altas tasas de deforestación, migración y contaminación de la región.

Subraya, además, que la región amazónica de Brasil representa más del sesenta por ciento del bioma amazónico, y su reto es limitar la deforestación a gran escala, a partir de la expansión de la frontera agrícola y de industrias extractivas.

En el caso de la Amazonía colombiana, Colombia ha hecho importantes promesas para frenar la deforestación con su “Visión Amazónica”.

EXPERTOS OPINAN

Raul Silva Telles do Valle, Director de Justicia Socioambiental del Fondo Mundial para la Naturaleza en Brasil declaró a medios periodísticos internacionales que los municipios más deforestados es en donde se ve la mayor cantidad de fuego.

Fernando Valladares, profesor de Investigación del CSIC y miembro de la Fundación Gadea Ciencia en artículo titulado “Lo Peor está por Pasar”. “Todo lo que se Esconde Tras los Incendios del Amazonas” -publicado en internet- presenta una visión pesimista pero real, respecto a lo que podamos encontrar cuando las llamas pasen: “Estos ecosistemas necesitan décadas para recuperarse de algo así. El fuego acaba con la vegetación, pero también con todo lo que hay bajo ella y convive con ella. Para recuperar lo que al día de hoy se está quemando, tendríamos que cuidar minuciosamente la zona durante quince o veinte años, pues deben recuperarse los árboles, los organismos del bosque, la fertilidad de la tierra…”

Por lo pronto, la selva con su multicolor verdor y especies inimaginables ¡se quema! Las causas suelen ser antrópicas o naturales. El hombre se enfrenta a indomables incendios con los equipos y tecnología de que dispone, pero se ve reducido ante la fuerza propagadora que han alcanzado en los últimos tiempos. Los ecosistemas como el amazónico son diezmados, poniendo de presente que en estas condiciones lo que se prende ¡se pierde! Y se pierde, ¡Para siempre! (Editores Llamas)










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