SÍNDROME
RESPIRATORIO DE ORIENTE DEJA MILES DE MUERTOS Y SIN ALIENTO A LA ECONOMÍA
MUNDIAL…
“…EL ARMA PODEROSA ES MANTENERSE LÚCIDOS ESPIRITUALMENTE”
Una vez más el hombre, en pleno
siglo XXI, cuando reconoce que hay potencias nucleares con armamentos bélicos
altamente sofisticados y peligrosos que amenazan su supervivencia, en donde él
no debe desplazarse físicamente a ningún campo de batalla, tiene que prepararse para
un combate desigual, sin aviso alguno, contra un enemigo invisible, que no da
tregua, mejor dotado, sin sentimientos. Una molécula mutante, compleja y muy
agresiva que se instala sin permiso, en las células humanas, para destruir toda
vida sin piedad, el covid-19.
Esta no es la primera vez que
ocurre un evento de tal naturaleza. Las pestes, como el hambre en el mundo y el
desplazamiento, son causa número uno de muertes en la Tierra.
Para los lectores de Llamas citamos
algunos datos desconocidos sobre los hechos que han rodeado las pandemias como
la Peste Negra en el planeta:
*La Escuela de Medicina de la Universidad de París se atrevió a
especular que la Peste Negra había surgido en el Oriente a causa de los
terremotos y a otras alteraciones de la superficie terrestre, que envenenaron
el aire que movido hacia el oeste iba contaminando a su paso cuanto tocaba.
Hospital D'HOTEL-de París |
*Uno de los papeles heroicos para la atención de esta asoladora epidemia
lo desempeñaron las religiosas, quienes asistieron a los enfermos aún a costa
de su propia vida, en un caritativo y conocido hospital D’Hotel- Diew de París.
Así, cuando estas valerosas mujeres caían enfermas y fallecían por cuenta de
este pernicioso mal, eran reemplazadas por otras religiosas.
*La Muerte Negra causó más víctimas en todas las ciudades de Europa que
la bomba atómica en Hiroshima.
*Las ciudades medievales como Génova, Italia, sus calles destapadas
eran un basurero con toda clase de desperdicios que arrojaban desde las
viviendas sus habitantes. El interior de sus viviendas estaba infestado de
sabandijas e insectos dañinos y repugnantes, con condiciones insalubres.
*En Suiza se propagó la voz de que los causantes de la epidemia Negra
eran los judíos porque habían envenenado las cisternas. Se produjeron terribles
persecuciones contra ellos, jamás presenciadas por el mundo. Se les llegó a
quemar vivos en las sinagogas.
*Cuando desapareció la peste, después de dos años de sufrimiento, la
gente europea bailaba en las calles y salía de las iglesias en procesión
cantando con apasionado fervor el Te Deums.
En esta crisis global que, desde
diciembre de 2019, está azotando el planeta y se está expandiendo más rápido
que la velocidad de la luz, debido a la “gripe de Oriente”, como la califican en Estados Unidos, las
reacciones humanas de alerta, de pesimismo, de cierre de fronteras, de prevención o de confianza no se han hecho
esperar. De ahí que, en la era más evolucionada de las comunicaciones nunca
antes vivida por el hombre, este se encuentre atraído por el imán que supone el gran tejido
del Internet, donde se topa con distintas opiniones que van de lo humano a lo divino.
Académicos, historiadores, científicos, médicos,
comunicadores, escritores, políticos y economistas, entre otros profesionales,
manifiestan unos, en la ilimitada red, que la pandemia ha sido
sobre dimensionada, despertando paranoia y pánico mundial. Otros, al ver
el sufrimiento y el inesperado fin de algunas personas en países como Italia,
región donde más muertes se registran (15887) seguido por España (13789), Estados Unidos (10100), Reino Unido (5914), Irán (3603), China (3340), Países Bajos (1776), Bélgica (1447), Francia (8078), Suiza (715), Turquía (574), Suecia
(401), Portugal (266), Corea del Sur (186), Austria(186), Ecuador (180), Dinamarca (179), Irlanda (158), Rumanía (151), Alemania (133), Argelia (130), India (109), Japón (94), México (94), Brasil (92), Perú (83), Egipto (78), República Dominicana(68), Austria (58), Rusia (47), Argentina (44), Colombia (46), Canadá (43), Chile (34), Costa Rica (2), entre otros... Y
contagiados se cuentan por cientos de miles, piensan que los elocuentes datos
no pueden menos que encender las alarmas y confirmar que su temor no es
infundado. -Actualizaremos las cifras de acuerdo a cambios significativos
07-04-20 Fuente El País de España-.)
Lo cierto es que esos enemigos
moleculares, infinitamente pequeños pusieron a temblar el mundo. Así, algunos
de los estudiosos matemáticos, sin necesidad de acudir a pronósticos proféticos, apuntan a que el Covid-19 no arrojará tantas muertes como las que
suponen vendrán por la recesión económica mundial, a causa del confinamiento
obligado y la parálisis laboral, comercial y cultural presentes por el peligro
letal de contagio.
Estiman que las pestes vívidas en
la antigüedad sí arrojaron, otrora, millones de muertos en el orbe y que la
pandemia declarada por la OMS – Organización Mundial de la Salud- no revela
cifras desbordantes, las cuales tienden a clasificarla como un brote
magnificado y tenebroso.
Otros expresan, con tono de incredulidad,
no haber visto en las calles cadáveres de hombres y mujeres vencidos por el
arma letal del SARS COV2 y ambulancias recogiéndolos para su identificación y,
posterior, cremación.
Y están las voces que,
enfáticamente, declaran que la reciente epidemia viral del siglo XXI mutó, siendo más agresiva y
obligando a los gobiernos, autoridades médicas y comunidades a adoptar medidas preventivas, sanitarias, médicas de aislamiento ¡YA!
para ¡SOBREVIVIR O MORIR!
Aunque la epidemia muestra un
crecimiento peligroso en distintos sitios del mundo, contradiciendo la posición
del virólogo argentino, radicado desde hace cuatro décadas en Europa, especialista
en enfermedades infecciosas Pablo Goldsmith y autor del libro “La Gente o los
Microbios”, en diálogo con la
Agencia Cyta Leloir asegura que “el pánico es injustificado”. Citamos
fragmentos de la misma.
Para el versado en enfermedades infecciosas, el pánico que se
está generando en torno a la cepa del coronavirus, identificado en China
(Covid-19) es tan injustificado como el que se creó en 2003 con el síndrome
respiratorio agudo o grave (SARS) o en 2009 con el virus de la influenza A
H1N1.
“El coronavirus identificado en
China en el 2019 provoca ni más ni menos que un resfrío fuerte o gripe.
Sabiendo que cada año hay tres millones de recién nacidos que fallecen en el
mundo por neumonía y cincuenta mil adultos en Estados Unidos por la misma causa
sin que se emitan alarmas”.
En la entrevista el titulado en
farmacología microbiana sostiene que el planeta es víctima de un nuevo fenómeno
sociológico, el acoso científico mediático desencadenado por peritos, solamente
sobre la base de resultados de análisis de diagnóstico molecular en
laboratorio.
Que un resfrío puede presentarse
como una enfermedad benigna y auto limitada, pero es sabido que todas las
enfermedades respiratorias, por banales que se les considere, pueden afectar
severamente a las personas fragilizadas, o personas con problemas
cardiocirculatorios de más de 65 años, o personas con trastornos metabólicos o
inmunodeprimidos, trasplantados, y, sobre todo, a las personas mal alimentadas
y sin abrigo y a los que no tienen acceso a equipos de salud competentes que
les proporcionen medicamentos eficaces. Esta situación claramente se repite en
todas las infecciones y, el Covid-19 no es una excepción.
Advierte, además, que "en ciertos individuos, un virus del resfrío banal puede hasta provocar una enfermedad gravísima, si infecta las vías respiratorias inferiores y lesiona el pulmón".
Advierte, además, que "en ciertos individuos, un virus del resfrío banal puede hasta provocar una enfermedad gravísima, si infecta las vías respiratorias inferiores y lesiona el pulmón".
“…LOS HILOS DE LA ECONOMÍA GLOBAL SE DESPEGARÁN”
Los economistas como Omar Hassan,
cofundador del UK-MENA Hub y quien fue jefe de la inversión interna en el Medio
Oriente durante el mandato de Boris Johnson cuando fue alcalde de Londres, en
su análisis publicado por el diario británico The Independent señala que
estamos presenciando la conformación de un nuevo orden mundial y que la
pandemia de coronavirus dejará más personas en bancarrota que muertas, y que lo
que está en juego actualmente es el orden mundial.
“Podemos recordar el coronavirus
como el momento en que los hilos que mantienen unida la economía global se
despegarán”, escribe el experto.
Agrega además: "El efecto que las personas estén en casa y no laborando, y con ello sosteniendo economías ha comenzado a mostrarse".
El economista señala que el Covid
19 y otros factores, como la guerra petrolera entre Rusia y Arabia Saudita, así
como la cada vez más tensa situación de Siria, son una mezcla que está
estirando la liga de la correlación de fuerzas entre Oriente y Occidente.
Lo cierto es que mientras surgen otra clase de argumentos sobre
la posibilidad de un plan oculto tras la proclamada “gripe de Oriente”, según la cual se pretende
precipitar al Orbe hacia un gran colapso económico, hoy muchas personas se
debaten entre la vida y la muerte.
Es así como las cifras de muertos y
contagiados no parecen detenerse. Tal situación muestra más debilidades que fortalezas en el engranaje de los sistemas de
salud en Italia, Irán España, América Latina, etcétera. Por ejemplo en Italia los médicos van en peligroso descenso, víctimas
de la epidemia. En países latinoamericanos como Colombia se evidencia escasez o
ausencia de reactivos para las pruebas, respiradores, aerosoles, camas, dotaciones de EPP
y, al parecer, en medicamentos. No hay recursos suficientes para aplicar
cuidados intensivos a los pacientes que lo requieren y puede presentarse desborde en la
infraestructura de salud, en caso de que los ciudadanos no adopten los protocolos de aislamiento en sus hogares e higiene decretados por el gobierno central y autoridades municipales de este país.
En la historia de las pestes que
han asolado al mundo encabeza la lista la Peste Negra o Muerte Negra originada por la
plaga bubónica que se comunica de las ratas pestilentes a los seres humanos por intermedio de las
pulgas.
Esta ha sido la Peste que arrasó
con más de la mitad de la población mundial en el siglo XIV y fue importada del
Oriente con la llegada de embarcaciones cargadas de especias a la bella bahía
de Génova, Italia, donde al tiempo que los marineros bajaban a tierra, lo
hacían numerosas ratas, ya infectadas.
Por ese entonces, la medicina
medieval estaba en manos del clero. Era una medicina monástica. Los sacerdotes
aprendían el arte de la salud. Y enfrentaron enfermedades de tipo colectivo
–plagas, lepra, manía danzante-.
“Anecdóticamente, la Edad Media
comenzó y terminó con dos terribles pandemias. La lepra era pandémica y el
leproso, con su sayal gris, caperuza y ruidosa carraca, era el más temido
fantasma. La pandemia de la Muerte Negra acabó en gran parte con los leprosos,
pero también con la cuarta parte de la población de Europa, causando unos 43
millones de muertos, esparciéndose por las rutas marítimas y de las caravanas
por todo el planeta. Fueron sus consecuencias sociales dar un golpe mortal al
feudalismo, aumentar el valor del trabajo al escasear la mano de obra…
“Las características del
colectivismo de la Edad Media determinaron en parte que la medicina medieval
fuera monástica. El hombre medieval buscó protección y seguridad en el anonimato
de las grandes masas, como los Ejércitos de las Cruzadas y las Órdenes
Religiosas de los monasterios. Emplazados en las grandes rutas por
donde a pie y a caballo viajaban caminantes y peregrinos, eran los monasterios
hogar, asilo, hospital, agencia periodística y centro nervioso de la vida
medieval.
“…En estos monasterios se hacía del
estudio y de la caligrafía rutas para llegar al cielo.
“…Así, los clérigos vinieron a
estudiar, entre otras cosas, medicina. La
enfermedad se aceptaba como castigo divino y el arrepentimiento se consideraba
como requisito para la curación, formando parte del arma mentarium medicum las
reliquias, escapularios y rezos. La asistencia médica fue gratuita hasta la
alta Edad Media, cuando con la remuneración se inició el comienzo de la
medicina como profesión”, (capítulo 7 Medicina Medieval 1096-1453, doctor Félix
Martí Ibáñez.)
Pestes ha habido muchas. Un común
denominador de las más letales es que su
punto de origen ha sido Asia. Destacamos
otra pandemia acaecida en Valencia, España, siglo XIX, ocasionada por el
cólera. Fue descubierta en 1883 y causó una gran
devastación en Europa.
El médico Santiago Ramón y Cajal,
de Aragón, España y fundador de la neurobiología moderna fue testigo presencial
de la funesta enfermedad.
Poco después de su llegada a la
ciudad de Valencia cundió, como por la mayor parte de España, una epidemia de
cólera, todos los que podían trataban de salvarse huyendo a las montañas, donde
la enfermedad no había llegado, pero Cajal se quedó en la ciudad con su
microscopio e instaló un laboratorio en su casa para combatir el cólera.
Aun cuando dio los primeros pasos
científicos que servirían para la creación de una vacuna, no contaba con los
medios suficientes para perfeccionarla y aconsejaba a los Valencianos que
combatieran el cólera como él lo haría en su casa: hirviendo el agua de beber. Fue el médico Catalán, Jaime Ferrán,
quien descubrió la vacuna contra el cólera.
“EL MAYOR HOLOCAUSTO MÉDICO DE LA HISTORIA”
Sala de Gripe española 1918 de Camp Funstons, Kansas Foto Ejército de los EE.UU |
Luego la historia médica registra
la más reciente y letal pandemia no
surgida en España, la denominada “gripe española” del siglo XX, 1918-1919, en
la etapa final de la Primera Guerra Mundial, conocida como “el
mayor holocausto médico de la historia”. En un año mató entre cuarenta
y cien millones de personas.
Un historiador afirma que la
epidemia apareció en el condado de Haskell, en Kansas, abril de 1918, que luego
sufrió una mutación que la volvió letal. Otros indican que comenzó en Francia
en 1916 o en China en 1917.
En 1919, la enfermedad se hizo
menos virulenta por estar los organismos adaptados al virus. La pandemia de la
gripe desapareció de forma parecida como había empezado, entre otras razones
por estar los supervivientes inmunizados.
En enero de 1918, el médico Loring
Miner, observó que una gripe más virulenta de lo normal estaba tumbando a buena
parte de los habitantes del condado. Lo
curioso era que sus víctimas eran jóvenes y fuertes. No niños, ni ancianos, ni
enfermos crónicos.
El 4 de marzo de 1918 se registró
el primer caso de gripe en Camp Funsten (hoy Fort Riley), el cuartel militar de
referencia de los reclutas de Haskell, a unos 480 kilómetros del condado. En
tres semanas los contagiados eran miles.
Varios de estos contingentes de
soldados partieron a Europa en la Primera Guerra Mundial, lo que llevaría a que
en tan sólo pocos meses la epidemia mortal se esparciera en todo el globo,
desde el Ártico hasta el sur del Pacífico.
En 2007 un grupo de investigadores
dirigido por Jonathan A. McCullers, del St. Jude Children’s Research Hospital
de Memphis, identificó que una forma particular de una proteína viral llamada
PB1- F2 agravaba los síntomas de la gripe y de la neumonía bacteriana
secundaria, convirtiéndola en letal.
Esta peste bubónica, el cólera, ha
recorrido el mundo en diferentes épocas. En 1899 se declaró su aparición en el
Puerto de Santos, puerto de importancia en Brasil. El brote asoló varias
ciudades de Brasil.
Sólo estrictas medidas sanitarias, entre ellas no permitir el ingreso de buques provenientes de los puertos portugueses y el de Vigo. Así mismo someterse a una cuarentena por veinte días y sujetarse a la desinfección estricta. Puso en marcha “todas las medidas de vigilancia sanitarias recomendadas…” Del Brasil “viajó” el cólera al Paraguay. Por tierra a Paraná y Mato Grosso.
El destacado doctor Oswaldo Cruz,
bacteriólogo del Instituto Pasteur de París llegó al Brasil para realizar el
estudio y el diagnóstico de si se trataba de la temida peste bubónica,
declarando que sí lo era. Con el descubrimiento hace más de siete décadas de
los antibióticos y las vacunas, además de la aplicación de medidas de higiene
personal y la separación del hombre de los transmisores de las infecciones ha
logrado mantenerse inmune.
“…LECCIÓN DE HUMANIDAD Y PROFESIONALISMO”
Monseñor Antonio Napolioni, Obispo de Cremona, Italia, sobreviviente del coronavirus |
De los aludes epidémicos que retan
a la medicina moderna quedan valiosas lecciones, pudiendo hacerse un paralelo
entre las calamidades por guerras biológicas frente a los desastres naturales
que nos sacuden y nos enseñan cuán vulnerables somos, al dejar a su paso
innumerables pérdidas humanas, ambientales y materiales.
Muy bien lo testimonia al periódico
católico italiano Avvenire un sobreviviente de este duro combate, Monseñor
Antonio Napolioni, obispo de Cremona,
Italia, quien padeció la enfermedad con síntomas de una neumonía causada por el
coronavirus y estuvo hospitalizado por diez días, ahora vive la cuarentena. En apartes de este diálogo expresa lo que pensó y
vivió en el hospital:
“Encontré una gran fuerza de médicos y paramédicos,
una lección de humanidad y profesionalidad, de dedicación impresionante”.
“Sentí un gran cariño. Los operadores -médicos, parimédicos, enfermeros- piden el apoyo
de la oración. Seguiré rezando por ellos y con ellos. El arma poderosa es
mantenerse espiritualmente lúcido, confiando en el Señor, quien es el Padre,
incluso en estas situaciones.
"En los últimos meses pensé que el obispo debe
identificarse con la gente. En Cremona estaba lidiando con el terremoto, estaba
pensando en posibles inundaciones, ciertamente no una pandemia viral. Es la
vida la que nos pide que compartamos la realidad. No hay tiempo para razonar
mucho. En realidad, nunca se le impide amar y gastarse a sí mismo, o incluso
solo soportar".
EPÍLOGO
¿Qué nos enseñan las calamidades?
Que de ellas debemos salir más fortalecidos. ¿Por qué? Porque cuando todo es
escombros y destrucción ello nos obliga, por el ánimo de supervivencia, el amor
a nuestra familia, a nuestro entorno, a reconstruir nuestras condiciones de
vida, a hacerlas más seguras y, en este caso, la medicina tiene más por exigirse
y exigir. Explorar campos desconocidos y
robustecerse con equipos, tecnología, e
investigación para derrotar lo que constituye una amenaza para la salud,
aplicando con espíritu evangelizador la ciencia de la curación y de la vida.
Aprendemos cuán frágiles y perecederos somos. Que cuando la muerte está frente a nosotros y frente a los que amamos, nuestro temor no lo será tanto, si caminamos por este peregrinar no sabiéndonos solos, con el enorme consuelo de apoyar nuestra débil fuerza, nuestra nada, en Nuestra Madre, la Virgen María, Medianera de todas las Gracias. En la Misericordia y amor de su Hijo Jesús y, del que Todo lo Gobierna: Dios. Creador de la vida en todo el universo. El que sana nuestras heridas. El que nos levanta en las calamidades. El que nos ama y reconstruye nuestra vida espiritual y material. Para Quien nada es imposible. Y es la fuente de inspiración, de sabiduría infinita que nos da las respuestas a nuestros enigmas. (Por Editores Llamas)
Aprendemos cuán frágiles y perecederos somos. Que cuando la muerte está frente a nosotros y frente a los que amamos, nuestro temor no lo será tanto, si caminamos por este peregrinar no sabiéndonos solos, con el enorme consuelo de apoyar nuestra débil fuerza, nuestra nada, en Nuestra Madre, la Virgen María, Medianera de todas las Gracias. En la Misericordia y amor de su Hijo Jesús y, del que Todo lo Gobierna: Dios. Creador de la vida en todo el universo. El que sana nuestras heridas. El que nos levanta en las calamidades. El que nos ama y reconstruye nuestra vida espiritual y material. Para Quien nada es imposible. Y es la fuente de inspiración, de sabiduría infinita que nos da las respuestas a nuestros enigmas. (Por Editores Llamas)
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