PENSADORES REFLEXIVOS CREEN QUE CON LA “LA REVOLUCIÓN VERDE”
¿VAMOS HACIA UNA NUEVA RELIGIÓN INMANENTISTA?
Sea coincidencia o no, es curioso
observar como un segmento destacado de
intelectuales entre escritores, filósofos, periodistas, científicos,
ambientalistas, profesionales de todo orden del mundo tienen casi una misma
percepción acerca de la Cumbre COP 26 de las Naciones Unidas para el Cambio
Climático que tuvo lugar a finales de octubre, comienzos de noviembre, en
Glasgow, Escocia, Reino Unido. Ellos estiman que el aumento de la temperatura
resulta hoy asunto muy trillado, llegando al punto del desgaste, y del
escepticismo para buen número de regiones de la Tierra. Tanto así que ya no
desborda la atención, expectativa y euforia que, en un principio, tuvo en el
público, como cuando arrancaron estas reuniones en la Cumbre de la Tierra en Estocolmo -1972- y en Río de Janeiro, Brasil en
1992.
La prueba de ello es que países
como Arabia Saudita, Rusia y Brasil se mostraron reticentes a adoptar nuevos
compromisos en la disminución de emisiones de dióxido de carbono para finales
de 2022.
Estados Unidos, Australia, España,
Japón e India en la COP 26 no fueron muy partidarios en disminuir su producción
de carbón, actividad que les genera buen número de empleos y recursos.
Pero más allá del escepticismo
existente, lo que en artículos de prensa se devela, con marcada ironía, es como
algunos de los promotores de la “revolución verde” y países participantes a la
COP 26 que suelen, con tono de preocupación, afirmar: ¡Ya no hay tiempo. ¡Estamos en
las últimas para salvar la Tierra de los inminentes estragos climáticos! Se
presume que, la mayoría de estos delegados, no hayan hecho uso del transporte
“amigable” con el medio ambiente. ¡Eso sería de no creer…! Durante su estadía
en Glasgow no se les vio moviéndose ni en bicicletas, bici taxis, patinetas o
en los famosos y clásicos carruajes ingleses tirados por caballos, o en coches que
funcionaran con gas natural, desde sus hoteles hasta el lugar del evento u
otros sitios de la ciudad, sino en los habituales autos de combustión, que
ellos tanto rechazan, pero abordan sin ningún problema. Y así como llegaron se fueron de la localidad
anfitriona, en cómoda flota de nada menos que 400 jets privados que, según
versiones periodísticas, generaron más de 15.000 toneladas de emisiones de CO2,
equivalentes a la cantidad producida por más de 1600 pasajeros.
También, señalan destacadas notas
periodísticas como algunos de los afortunados hombres que se proclaman
defensores del ambiente, invitados a esta convocatoria global, dedican parte de
sus acaudaladas fortunas en empresas que impulsan la energía nuclear o la
industria cárnica, de las que también se
dice que contaminan.
Al tiempo que tenía lugar el suceso
climático, pensadores bien informados lanzaban esta otra “perla” reflexiva: Si
lo que buscan es bajar las emisiones de CO2, ¿acaso no saben que el hombre al
respirar emite CO2? ¿Y si el orbe tiene millones de habitantes, entonces la
atmósfera debe estar altamente contaminada? ¡Ah, sin contar, además, que los
animales también respiran! Y, además, subrayaban: el CO2 no es el problema
ambiental más severo, como si lo es la cantidad de plástico que se desecha en
el mar continuamente.
…”ESOS CARROS NO SON PRÁCTICOS…”
Otro, al parecer, despropósito de las
conclusiones del Acuerdo de Glasgow y que exponen algunos de sus contradictores
es la propuesta de cambios de autos de combustión por vehículos eléctricos con
plazo hasta el 2045, porque aseguran que, estos últimos, contaminan más que los
movidos a base de combustibles fósiles. Es mayor el gasto de combustible para
generar la energía eléctrica y la cantidad de CO2 que se desprende en la
producción de dicha energía eléctrica y, ¿qué va a pasar con todas esas montañas
de baterías cuando estas terminen? Y, enfatizan: “Esos carros no son prácticos y
su precio es el precio de la batería. Cuando esta termina el carro no sirve
para nada”.
Piensan, además, que para cumplir
con el objetivo calificado de “loable” e inminente de proteger el clima global habría que desmontar toda la sociedad
industrial, el último resto de civilización, con la satanización del
consumismo, viéndose afectado el orbe entero, especialmente aquellas economías
que, a duras penas, sobreviven con sus golpeadas y estrechas finanzas.
Para algunos es volver a la era de
las cavernas y alumbrarnos no con velas que, en su mayoría, son de parafina,
derivado del petróleo. Y, también, clausurar la industria petroquímica de la
que salen los insumos para el agro y laboratorios químicos. Es el oro negro que
ellos persiguen, pero que ampliamente usan y disfrutan de diversos modos.
Empresarios minero energéticos
consideran que su actividad de extracción, exploración y explotación obedece
hoy a estrictos estándares de sostenibilidad ambiental y no es, como se quiere
hacer creer, una amenaza para el logro de un planeta más sano y descontaminado.
Porque la industria de combustibles fósiles convive a la vez que respalda y
financia proyectos relacionados con energías renovables como los parques
solares.
…“NUEVA RELIGIÓN INMANENTISTA”…
Grabado de C Flammarion L'Atmosphere Meteologie Populaire, París 1888
Luis Fernando Escobar del Centro
Cultural Cruzada de Colombia, en su canal en Youtube explica que “ellos
no buscan limpiar la naturaleza porque, en efecto, no va a cambiar. Es una nueva mística que se va incorporando en
la sociedad y con ella una nueva religión inmamentista, donde lo pretendido es
adoptar un culto panteísta a la naturaleza, a la tierra y a nosotros.
Más adelante agrega: “Niega la
creación. Diviniza la materia. La nueva espiritualidad no trasciende hacia las
perfecciones de Dios. El hombre se confunde pensando que el absoluto es él
mismo. Ya no es la gloria de Dios como búsqueda de lo espiritual, sino que es
la satisfacción de las necesidades del hombre y busca la espiritualidad en sí
mismo. El sentimiento ya no es más la verdad. Acuérdense que Dios nuestro Señor
dice de Sí Mismo: ‘Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida’. Pero en la nueva
espiritualidad es sentimiento, experiencia. Con un legítimo raciocinio se
deduce que Dios y el hombre son una misma cosa, de ahí panteísmo”.
“Es una nueva religión universal,
ecologista, panteísta que rechaza a Dios como Supremo Creador y niega el
dominio del hombre sobre la creación”.
Papa Pio X se opuso a la doctrina Modernista
En su documentada exposición menciona
al Papa Pio X, quien se opuso a esta doctrina. El principio de la inmanencia es
el corazón del Modernismo. Es una condición filosófica que asume la experiencia
como absoluta y excluye la realidad trascendente. En su encíclica Pascendi
Dominici Gregis – Apacentar la Grey del Señor-
la tildó como la ´madre de todas
las herejías´.
También se refiere al pensador
brasileño Plinio Correa de Oliveira, de quien el escritor Roberto de Mattei
habla del pensamiento del profesor en su libro “Plinio Correa de Oliveira
(Profeta del Reino de María) Triunfo de la Iglesia” y en el que este exponente
de la fe y la tradición católica, igualmente se opone al inmanentismo.
La inmanencia considera que lo
principal son las necesidades del hombre, quedándose en un terreno puramente
material, descartando la existencia de Dios, Creador de un universo visible e
invisible.
En la misma presentación, Luis
Fernando Escobar confirma que “la iglesia católica no se opone a cuidar la
naturaleza, pero esa no es la espiritualidad y rechaza la ‘revolución
ecologista’ que quiere destruir nuestra civilización”.
EXCLUIR A DIOS ES EXCLUIR EL AMOR CON QUE EL CREÓ TODAS LAS COSAS
La posición de los hombres de fe de
todos los tiempos es que si se excluye a
Dios como el arquitecto de la naturaleza y de nuestras vidas, automáticamente
estamos excluyendo el amor, porque Él es amor y todo cuanto hay lo hizo con
amor. Si negamos el amor, nosotros pasaremos a ser los huérfanos del amor que,
ciertamente, al no admirar y respetar a Dios como artífice de la Creación, abandonaremos lo que descartamos ha salido de
Sus manos, como la naturaleza, porque será una obra sin Creador, sin el amor
que lo gobierna todo desde el principio y todo se subordina a Él. Nosotros como
las cosas de la creación seremos tan sólo un montón de materia, limitada e
intrascendente.
…”EN CERCA DE TRES DÉCADAS SE HA INCREMENTADO LA DECADENCIA CLIMÁTICA”…
Al decir de los anfitriones de las
recientes Cumbres el tema de preocupación y que fuera también el núcleo central en el
Acuerdo de París 2015 COP 21, es el de no permitir que la temperatura pase los
1.5 grados centígrados Celsius, porque de rebasar esta barrera los barómetros
mundiales se reventarían debido a un clima inmanejable. Y la posición de
meteorólogos es coincidente, pues creen que de subirse un mínimo más, la
situación se tornaría apocalíptica, ya que
podría causar grandes catástrofes planetarias.
En opinión de atentos observadores
es muy poco lo que, en concreto, los países que se comprometieron en París 2015
han conseguido para disminuir su huella contaminante. Javier Montes, estudioso en Ciencias Atmosféricas
y Geológicas, subraya que, “en cerca de tres décadas de Cumbres Climáticas, se
ha incrementado la decadencia climática del planeta y, no necesariamente, a
causa del aumento en grados por dióxido de carbono o efecto invernadero, sino debido al mismo hombre quien, tristemente,
descuida sus bosques, ríos, fuentes de agua permitiendo, además, la
deforestación sin control y, en su gran mayoría, intencionales incendios
forestales, lo que sí afecta la calidad del aire y dispara los desastres
naturales, evacuaciones permanentes y pobreza en todo el orbe”.
Foto Valdemaras D
Sin embargo, la discusión continúa
por parte de quienes aseguran que, en realidad, es más una situación política y
de interés económico lo que se respira en las decisiones para controlar el tan
manoseado término cambio climático, ya que para estos observadores, basados en
objetivas opiniones científicas, el planeta no se está calentando, sino, al
contrario, ¡se está enfriando! Y con su lema “el que contamina paga”, y según sea
su huella de carbono por emisiones de
CO2 y efecto invernadero, los derechos de emisión los compran fondos de
inversión y no las empresas que emiten CO2.
Ahora lo que, también produce gran
descontento por parte de los países con economías débiles frente a las fuertes es que,
estas últimas, no muestran un decidido interés en ‘meterse’ las manos al
bolsillo para apoyar la transición de las regiones medianas y pobres hacia las
energías renovables.
Desde la otra orilla se continúa
hablando de incremento de la temperatura y, por ejemplo, la directora Ejecutiva de Greenpeace, Jennifer
Morgan, en un comunicado mencionaba un estudio reciente de Climate Action
Tracker en el que se muestra como el mundo va camino a 2.4 grados de
calentamiento, aseguró a medios internacionales que “este proyecto de acuerdo
no es un plan para resolver la crisis climática, es un acuerdo para que todos
crucemos los dedos y esperemos lo mejor”.
LOGROS AMBIENTALES DE COLOMBIA
Naciones en desarrollo -caso
Colombia-, no tan contaminantes como regiones con economías fuertes y un mínimo
de emisiones gases invernadero (0.4 por ciento), si están implementando planes
para proteger sus selvas, bosques, ríos y costas, impulsado, además, proyectos
eólicos y de energía solar.
Tanto así que Boris Jonhson, Primer
Ministro del Reino Unido, en el encuentro Leaders Action on Forests and Land
Use Evente de la COP 26, elogió la gestión del presidente Iván Duque en la
protección de la Amazonía colombiana y la conservación de los bosques en el
mundo.
“El presidente Duque ha tomado
pasos importantes para salvaguardar la Amazonía colombiana y los líderes de la
cuenca del Congo también están trabajando para proteger sus bosques”, resaltó
Jhonson en su intervención.
Más de cien líderes firmaron la
Declaración de Glasgow para en el 2030 haber detenido la deforestación y la
degradación del suelo.
Duque anunció, en el marco del
evento, que el país declarará en 2022 el 30 por ciento del territorio
colombiano como área protegida, ocho años antes de lo previsto.
El 52 por ciento de Colombia
alberga selva tropical y el 35 por ciento es tierra amazónica, con más de la
mitad de los páramos –ecosistemas de gran altitud- del mundo.
Según el mandatario colombiano
somos líderes en la transición energética en América Latina y pusimos en marcha
la primera política regional de Economía Circular. “El país lidera la
estrategia biodiverciudades.
“Reducir gases efecto invernadero
en 51 por ciento para el 2030 y para el 2050 ser una nación carbono neutral”.
Dijo, además, que “Colombia está
cumpliendo sus metas de transición energética de tener 0.2 por ciento de la
matriz energética de energías renovables, no convencionales, a alcanzar el 20
por ciento para el 2023.
“Y, finalizando el 2023, haber
sembrado 120 millones de árboles de los 180 millones que se tenían como meta”.
¿QUÉ LE ESPERA A LA UNIÓN EUROPEA?
Fue un 14 de julio cuando comenzó
la Revolución Francesa y lo que se preguntan intelectuales europeos es: ¿Será
sólo casualidad que la Comisión Europea emitió una serie de propuestas
ambientales conocidas como Fit For 55 O ‘Green Package’, donde sus gestores la
llaman la “Revolución Ambiental Francesa”, con el fin de implementar el Green
Deal de 2019.
Sin embargo, hay quienes están en
desacuerdo con estas propuestas ya que, finalmente, los que deberán pagar más
son los contribuyentes, en especial, la clase pobre europea, afectando sus
vidas de manera significativa.
Por otro lado consideran que la
Unión Europea, desde 2008 al 2020, ha venido cumpliendo con los objetivos y
acciones establecidas para regular el cambio climático. Las emisiones se
redujeron en un 20 por ciento, pero los del Fit For no conformes quieren dar el
salto a un 55 por ciento, lo que exigiría una acción masiva.
Un documento publicado por el
Centro de Estudios de Política Europea (CEPS) en Bruselas explica que esta
política de cambio climático será muy cara. “Los contribuyentes de la Unión
Europea tendrán que financiar de su propio bolsillo el acero ‘verde’, el
hormigón ‘verde’, la contratación pública ´verde´, la infraestructura ´verde’ y
medidas de compensación para la industria.
“‘¡Europa lanza la Revolución
Verde!’, lo que traerá enormes costos para los presupuestos públicos como para
los ciudadanos”. (Por Editores LLAMAS)