sábado, 8 de mayo de 2021

EN TIEMPOS DE PANDEMIA: BLOQUEO DE VÍAS ¿NO ES MÁS VIOLENCIA CONTRA EL PACÍFICO PUEBLO COLOMBIANO?

 

¿Y POR QUÉ CONTRA LA CANASTA FAMILIAR?

¿ESCASEZ DE ALIMENTOS E INSUMOS NO ES OTRA FORMA DE VIOLENCIA?

“No se puede ser feliz sobre la infelicidad de otros”

–adagio popular-


Toneladas de alimentos represadas Foto La República


Mientras una Colombia marcha al son de tambores, conciertos, música, baile y fiesta, actos que acompañan las protestas pacíficas, hay otra Colombia que llora porque padece serias dificultades de acceso a lo más indispensable para su subsistencia: ¡Su alimentación! 

Campesinos, agricultores, ganaderos se han visto duramente afectados en el ejercicio de sus labores, porque no cuentan con los insumos para sostener la vida de sus criaderos de aves y otros animales, así como también los cultivos tradicionales del agro.

Voces de empresarios de la industria de lácteos, aves, ganadería, verduras, frutas registran multimillonarias pérdidas.

Hoy los colombianos, debemos asumir los altos costos en la canasta familiar, fuera de que venimos siendo golpeados por la dura recesión económica mundial, resultado de la epidemia viral que continúa cobrando vidas a diario en nuestro país. Promedio 500 muertos diarios.

Popayán, Norte de Santander, Quindío, Antioquia, Valle del Cauca. Asimismo, Nariño, Pasto. Neiva, Huila. Ibagué, Tolima. Villavicencio y Cundinamarca, son algunas de las regiones que están afectadas por el desabastecimiento de alimentos.

Pero, pese a esta cruda situación, se presenta un alivio para los capitalinos, porque según voceros de Corabastos, en Bogotá, han comenzado a ingresar alimentos como la papa, guayaba, hortalizas, arveja, etcétera, que mostraban dificultades para su llegada a la Central, y que, además, distribuirán alimentos a Cali que sufre  escasez de los mismos.

Voces de analistas y hacedores de paz han dicho en redes sociales que los bloqueos de las vías, se convierten también en actos violentos que van en contra de todos, sin excepción, “porque atacan lo más sensible de toda persona. Un estómago vacío amenaza la estabilidad y la vida pacífica de los pueblos”.

El sociólogo e historiador, Pablo Miranda, asegura que “la carestía y la escasez de alimentos es más miseria y hambre para cualquier grupo humano. Un pueblo desnutrido es incapaz de producir y menos contribuir a la reactivación económica de cualquier nación. Esta falencia también  ha producido  enormes movilizaciones y migraciones humanas de las que hoy somos testigos y que se vienen registrando mayormente en todo el mundo”.

Por lo pronto alcaldes, gobernadores de municipios y ciudades, además de Asociaciones de Agricultores y líderes comunitarios lanzan un SOS para que se habiliten Corredores Humanitarios que faciliten el ingreso de alimentos, insumos, oxígeno, medicamentos… Y que haya disponibilidad de combustibles, gas para la movilización de ambulancias y transporte de mercancías.

 

  

 

 

 

 


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