FAMILIAS DE LA TORRE CHAMPLAIN TOWERS SOUTH AUN VIVIENDO SOBRE
LA ARENA…
HOY BELENES ETERNIZADOS SOBRE LA ROCA
Champlain Surfside Florida, AP Foto Susan Walsh
Un nuevo capítulo de dolor y muerte,
pero también de esperanza acaba de escribirse, alrededor del desplome de
estructuras habitacionales en el que se están destapando, ante la opinión
pública, diversas fallas estructurales. Unas, ocultas para las autoridades
locales y otras, que son muy bien conocidas por parte de las directivas de la
administración, algunos de sus propietarios, residentes e ingenieros estructurales en este caso del
condominio afectado, Champlain Towers South.
No fue una explosión, ni una
implosión, ni un remezón telúrico lo que produjo el desplome del complejo
Champlain Towers South, del 8777 de la Avenida Collins en Surfside, Florida. El
inusitado suceso de al menos doce segundos de duración, todavía es un misterio.
Y en el sur de la Florida se respira un ambiente de tristeza y zozobra. Se cree
que más edificios en Miami Beach puedan correr con la misma suerte.
Aunque, según recientes
informaciones noticiosas, la Torre Champlain Towers South, poco antes de
venirse abajo, impulsada por su propio peso, los responsables de su cuidado y
mantenimiento, al parecer, optaron tristemente, más tarde que temprano,
comenzar a hacer reparaciones en su techo y terrazas, quedando pendientes las
restauraciones de vigas, columnas, etcétera, con el fin de obtener la
recertificación, después de cumplir cuatro décadas de construida, y que la acreditaba como apta para su ocupación. Lo
paradójico es que sus residentes no pudieron, en vida, ver concluidos estos
arreglos.
Lo cierto es que las causas del
derrumbe del condominio podrán ser reveladas juiciosamente por ingenieros
estructurales, forenses y ajustadores de
seguros. Estos últimos han desempeñado papel importante a la hora de analizar
los daños arrojados por eventos telúricos que han destrozado miles de
estructuras en el mundo.
Estudios de profesionales expertos
en problemas estructurales, por ejemplo, en los años noventa, previeron que el
edificio por encontrarse sobre zona de humedales (de tiempo atrás, La Florida
ha sido zona pantanosa), a lo que se suma la acción del aumento freático, al
estar la unidad siniestrada situada frente al mar, se estaba hundiendo dos milímetros por año.
En el 2018, un informe de la
Consultora Morabito advertía que el costoso complejo padecía serios daños
estructurales. Grietas en sus columnas de hormigón en el sótano.
Posteriormente, evidencias fotográficas permitieron conocer que permanecía
anegado por el agua y su piscina con importantes fisuras. El estudio indica que
fue mal impermeabilizada por lo que el agua no filtraba adecuadamente.
Y, a pesar, de que sus unidades
residenciales se vendían en la suma no despreciable de US$295.000 de una habitación y de tres habitaciones en US$980.000, la tragedia de su desplome revela que, tal vez,
los materiales usados para su construcción no fueron de la mejor calidad del
mercado constructor.
Champlain Towers South, notable
estructura beige, no cayó por el infortunio, sino por la inaceptable
omisión. Agonizaba, lentamente, por el cáncer de la indiferencia que venía
devorándola hasta que indefectiblemente hizo metástasis. Tenía cuarenta años de
vida. Fue derribada cual incansable soldado de hormigón que, herido de muerte,
continuaba de pie protegiendo a sus fieles refugiados hasta el indeseable
final.
CHAMPLAIN TOWERS, DOS TORRES GEMELAS
Al igual que las desaparecidas
Torres Gemelas del World Trade Center, Nueva York -2001-, las Champlain Towers
eran dos moles de doce pisos de 55 unidades cada una: Champlain Towers South y
North. Y como un indisoluble vínculo matrimonial estuvieron juntas por cuarenta
años, hasta que, como se cree, el evidente descuido o un peso excesivo tumbó la
Torre Sur, ¡mientras sus inadvertidos moradores dormían!
FAMILIAS SOSTENIDAS EN LA ROCA
Sophia López Moreira, hermana de la primera dama de Paraguay, Silvana López Moreira, su esposo y sus tres hijos recuperados sus cuerpos sin vida entre los escombros Foto redes sociales.
Las imágenes visuales develaban al
mundo como un efecto de cascada vertical, parecido a una indetenible avalancha
de polvo, concreto, acero y hierro, enterraban al Champlain y a cientos de vidas entre
las que se encontraban varias sagradas familias: abuelos, esposos, hijos y
nietos. Belenes eternizados en las alturas.
Familias como los Guara, Leone,
Cohen, Rodan, Catterossi, Pettengill, Saez, Noriega, Altman, Oliveira…, entre
otros, concluyeron sus historias de la vida presente entre los escombros y otros,
por fortuna, contaron con una segunda oportunidad para contar lo vivido.
En el destruido complejo
residencial predominaban familias de las comunidades judías. Asimismo, se dice,
vivían familias pertenecientes al grupo de oración como Emaús y otras tenían
sus pequeños estudiando en el Colegio Belén, de los jesuitas.
Existe el gran consuelo que, después de un inmenso dolor, actúa como buen bálsamo para los parientes, amigos, sobrevivientes y es que, en el momento en que la aparente ‘fortaleza’ de hormigón se venía abajo, en donde corazones angustiados no pudieron asirse a ninguna columna, viga o balcón para salvarse, pues muchos de ellos no pudieron hacerlo, no obstante sus vidas en este mundo material siempre tuvieron algo o a Alguien a lo cual aferrarse: su fe en un Cristo resucitado.
Así, aun cuando sus existencias en la tierra estuvieron pisando
sobre la inestable arena, sus almas reposaban sobre la seguridad de la roca:
Jesús, su refugio para siempre.
EN EL MOMENTO DEL SORPRESIVO EVENTO, MUJER CUBANA LOGRA SALVARSE
Los medios internacionales informan la increíble noticia. Antes de suceder la hecatombe estructural, una
mujer, de origen cubano, Iliana Monteagudo, logra escapar con vida y no ser
sepultada bajo la gran mole de concreto.
Cuenta ella con admirable serenidad
y algo incrédula que mientras descansaba en su cama escuchó ruidos extraños, se
levantó y se dirigió hacia el balcón para ver si provenían de allí, pero advirtió que venían de la piscina, localizada afuera de las Torres Champlain.
Luego se dio cuenta de la aparición
de una grieta del espesor de dos dedos que rasgaba el techo de su
apartamento. Relató ella que había un ambiente enrarecido como anunciando algo
malo, lo cual la obligó a evacuar de inmediato. Entonces, haciendo caso a su
voz interior, se cambió el pijama por un vestido de calle, apagó la vela que
tenía encendida a la Virgen de Guadalupe y tomando su bolso salió con rapidez de
su departamento. En el momento recordó que, siendo huésped de hoteles, las
escaleras de emergencia, de evacuación, se encuentran cerca de los ascensores.
Se dirigió a ellas, pues desde diciembre se había pasado a la edificación y no
estaba muy familiarizada con el lugar. Bajó ‘volando’ por sus peldaños,
encontrándose, luego, a salvo. Hoy afirma que es un milagro, que Dios existe.
El ingeniero estructural Gerardo
Montes nos contó que ante este increíble testimonio considera que ella no atinó
a avisar a nadie del edificio para que pudieran salir, pues los nervios… El no
saber lo que, en realidad, pasaba y el desconocimiento de su entorno, la condujeron a escapar como fuera.
“Ahora se imaginan ustedes el
pánico que hubiera sobrevenido, cuando la gente, pienso yo, no estaba capacitada
para evacuar el edificio y de todas maneras todo fue tan rápido que, tal vez
nada se hubiera podido hacer.
“Aquí es necesario aclarar que La
Florida es asediada con frecuencia por huracanes. Supongo que, por esta razón y
por posibles temblores, estos valiosos inmuebles tienen organizadas brigadas de
emergencia entre los residentes permanentes de las edificaciones y las Torres
Champlain, de seguro, no serían la excepción. ¿Qué pasa? Que la señora Monteagudo, es probable no era parte de la brigada y tampoco participó de ningún simulacro de evacuación, en
caso de una emergencia. De ahí que, dada las circunstancias, su instintiva reacción
considero es normal.”
“…CAÍDA POR COMPRESIÓN O INCLINACIÓN…”
En una emisión de Noticias
Telemundo se informa que lo primero que colapsó fue la plataforma que estaba
junto a la piscina y parte de la zona de estacionamiento que, también, estaba
bajo la estación central.
Además, que el derrumbe, sobre
todo, de la parte del garaje, provocó la caída inmediata del condominio, como
un castillo de naipes.
En su programa ‘Hoy Día” de
Telemundo hablan con el ingeniero Andrés Trenante de la Facultad de Ingeniería
de la Universidad Internacional de La Florida, quien afirma: “Ahora la sección
norte del edificio aguantó en pie gracias a un muro estabilizador denominado muro de corte. Pero la amortiguación del
muro no fue suficiente y esto permitió que colapsara por su propio peso.
“Uno lo que ve son dos cosas: una, una caída en cascada vertical, caída
limpia. Como si, que no lo fue, como si hubiese una demolición controlada. En
las demoliciones controladas esperas que la estructura caiga por su propio
peso, verticalmente, con la menor cantidad de impacto, hacia abajo.
“Es como si tú te pones peso encima y ya no puedes y colapsas.
“Lo primero que hacen los equipos que investigan este tipo de cosas es analizar
las columnas del edificio, para saber si la caída fue por una compresión o una inclinación u otro motivo.”
…”SE CONSTRUYÓ SOBRE HUMEDALES GANADOS AL MAR…,”
El profesor Simón Wpowinski de la Universidad de Florida da su versión a
SkyNews en su nota: “Derrumbe de edificio en Miami” en el que manifiesta que el
edificio se construyó sobre humedales ganados al mar, como muchos en esta zona.
“En la década de los 90 se había descubierto que se hundía dos milímetros cada
año, desde su construcción en 1981.
“Descubrimos que el nivel de la tierra se estaba bajando. Se estaba
hundiendo en varios lugares. No sólo vemos un edificio que se mueve. No podemos
establecer exactamente por qué…”
HIPÓTESIS DE EXPERTO MEXICANO QUE PADECIÓ TERREMOTO DE 1985
Experto mexicano en estructuración
Pablo Viadas, en su vídeo en Youtube “Por eso colapsó el edificio de Miami” da
a conocer posibles hipótesis que pudieran ser las causas del siniestro.
Según lo explica, el terremoto de
1985 le dejó grandes enseñanzas. Fue en
medio de esta devastación como aprendió a agudizar su observación y así revisar
minuciosamente detalles que pudieran enriquecer su análisis, para saber que
condujo al colapso de las edificaciones y qué se podría hacer en el caso de
poder rescatarlas.
*Champlain Towers cae por su propio
peso.
*Mediante una infografía de la
caída del edificio lanza su primera hipótesis, en donde señala que hay un
equipo pesado de por lo menos dos toneladas en la parte superior, al parecer,
en el penthouse, sostenido por columnas.
*En el momento del desplome hay
demasiado peso para la estructura.
*En la caída del edificio las losas
fueron perforadas por las columnas.
*Equipos de aire acondicionado
pesados se encontraban en la azotea.
*El espesor de la losa escasamente tenía
doce centímetros.
*Las vigas no soportaron el peso
adicional que presentó la estructura.
*Su segunda hipótesis apunta a que
hay reportes de que las columnas en el sótano de estacionamiento tienen
problemas.
*De acuerdo a un material
fotográfico Viadas advierte que hay un tanto falta de acero de refuerzo en los
estribos.
*Los pisos y las rampas tienen
muchas grietas, craquelaciones.
*Hay una serie de fisuraciones en
el área de estacionamiento que confirman que las columnas ya tienen problemas
por el peso.
Y tal como lo menciona el ingeniero Gerardo Montes, experto estructural: “En Surfside, los edificios de Miami Beach, exhiben fachadas de catedral, pero algunos en su interior presentan un crítico abandono en la conservación de sus estructuras. Esta es una tragedia anunciada con bastante antelación”.
Por lo pronto destacamos las
incansables labores de los hábiles rescatistas entre los que se cuentan los
‘topos’ mexicanos, los israelitas, expertos en túneles. Los bomberos
colombianos que han estado presentes en terremotos de México, Eje Cafetero,
Popayán, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Haití. Bomberos de Miami Dade y otros
centenares de profesionales que, con la ayuda de equipos sofisticados y de
grupos caninos, localizan y recuperan de las profundidades colapsadas las valiosas vidas de las
víctimas de desastres. (Por Editores LLAMAS)
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