ENTRE BOLÍVAR Y ABELARDO LA LIBERTAD SE ABRE PASO POR UNA SEGUNDA INDEPENDENCIA
Quería, antes de mencionar la labor impregnada de coraje, fe y persistencia no sólo por los viajes realizados por las regiones de nuestra idílica Colombia de la Gran Caravana del movimiento Defensores de la Patria del candidato Abelardo De La Espriella, sino, también, por la destacable e impensable hazaña, jamás vista en nuestro país, del pueblo colombiano que con tan desbordado cariño y entusiasmo adhirió a este aspirante al Solio Presidencial en la gesta sinigual y estremecedora por la recolección de firmas espontáneas, sin contratación logística, alcanzando la cifra arrolladora de ¡más de cinco millones! que el cuatro de noviembre fueron entregadas a la Registraduría Nacional del Estado Civil para inscribir la candidatura del Tigre en la próxima justa electoral de mayo de 2026, destacar algunas frases sobresalientes de nuestro primer Libertador, Bolívar, que nos iluminan el camino para descubrir cuáles eran sus virtudes y capacidades en su anhelo por la conquista de la libertad, muy similares en fortaleza, carácter y constancia del empresario Abelardo, sin padrinazgos políticos, del que sí vino con espíritu patriótico a salvar nuestra única democracia.
Una primera y vencedora batalla, prueba de fuego decisiva para el Tigre Guerrero que, como otro Bolívar, viajó con su ejército de defensores atravesando algunos departamentos de las regiones de Los Andes -Bogotá, Cundinamarca, Boyacá, Medellín Cali, los Santanderes, Manizales, Risaralda, Quindío, Armenia-. La Orinoquia. La Amazonía. La región Caribe -Córdoba, Barranquilla, Santa Marta, Cartagena-, entre otros, para acopiar las valiosas firmas, en donde los que, verdaderamente, obtuvimos la Gran Victoria fuimos los colombianos ¡Firmes por la Patria!, quiénes rechazamos tajantemente ser ‘marionetas’ del globalismo -agenda 2030- y el narco comunismo que devoran las entrañas diáfanas y valientes de un pueblo que, con extremo sacrificio, sangre y martirio, liderado por el gran genio militar y estadista, el Libertador Simón Bolívar, hace doscientos años, selló nuestra gloriosa Independencia para cinco naciones del continente Suramericano, sepultando las tiranías foráneas del momento.
Y que hoy, de nuevo, están presentes con otros actores del crimen organizado transnacional y con los cuales luchamos con denuedo para no dejarnos arrebatar la esplendorosa y esquiva corona de nuestra Independencia, de los incontables eventos terminales que están ahogando a Colombia, como la herrumbre de la corrupción, el gasto oficial desbordado, las empresas narco ilícitas, la infancia y la juventud adoctrinadas en el comunismo y en las filas de los clanes ilegales del mal y, como si esto no fuera suficiente, asistimos asombrados a la practica abominable de la mutación de género, el fin de la familia, además de llegar al increíble extremo de exaltar la criminalidad y desestimular la autoridad representada en nuestras Fuerzas del Orden y la Seguridad.
* “¡Imbéciles! Hasta sus persecuciones aumentarán mi gloria”. (A sus perseguidores y calumniadores).
* "Juro delante de usted, juro por el Dios de mis Padres, juro por ellos, juro por mi honor, juro por la Patria que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma hasta que se hayan roto las cadenas que nos oprimen...” (Juramento Monte Sacro, Agosto 1805)
* "Yo he venido a traeros la paz y la libertad que son los presentes que hace el Gobierno justo y liberal, a los pueblos que tienen la dicha de someterse al suave imperio de sus leyes”. (A los ciudadanos Magistrados y Pastores de Tenerife del Magdalena, Diciembre 24 de 1812).
* “Ya sois hombres libres, independientes de toda autoridad, que no sea la constituida por nuestros sufragios, y únicamente sujetos a vuestra propia voluntad y al voto de vuestra conciencia”. (A los ciudadanos Magistrados y Pastores de Tenerife del Magdalena. Diciembre 24 de 1812).
* “Ningún culpado se exime de la pena, como a ningún justo se condena”. (A los ciudadanos Magistrados y Pastores de Tenerife del Magdalena. Diciembre 24 de 1812).
* “Mi vida, mi conducta, todas mis acciones públicas y privadas están sujetas a la censura del pueblo”. (Discurso de Angostura. Febrero 20 de 1819).
* “Serviré a la carrera de las armas, mientras haya enemigos”. (Discurso de Angostura. Febrero 20 de 1819).
* “Más cuesta mantener el equilibrio de la libertad, que soportar el peso de la tiranía”. (Discurso se Angostura, Febrero 20 de 1819).
* “Es preciso que en todos los gobiernos exista un cuerpo neutro que se ponga siempre de parte del ofendido y desarme al ofensor”. (Discurso se Angostura, Febrero 20 de 1819).
* “Estimulando el trabajo y el saber, estos dos grandes resortes de la sociedad, se alcanza lo más difícil entre los hombres, hacerlos honrados y felices”. (Discurso se Angostura, Febrero 20 de 1819).
* “Los que antes eran esclavos, ya son libres; los que antes eran enemigos de una madrastra, ya son defensores de una Patria”. (Discurso se Angostura, Febrero 20 de 1819).
* “No combatiendo ni por el poder ni por la fortuna, ni aún por la gloria, sino tan solo por la libertad, los títulos de los libertadores son dignos galardones”. (Discurso se Angostura, Febrero 20 de 1819).
... “PORQUE TENGO LA ARMADURA DE DIOS”...
Y este es el pronunciamiento que hiciera nuestro audaz e incansable Tigre Abelardo, en una de sus primeras victorias del multitudinario apoyo ciudadano de las más de cinco millones de firmas que arribaron a la Registraduría Nacional este histórico cuatro de noviembre 2025, en donde agradeció la presencia y el respaldo de la comunidad judía, católica y cristiana, porque según sus palabras, “esto no es sólo una batalla política, es una guerra espiritual y moral”.
“Primero, porque tengo la armadura de Dios y segundo, porque tengo perfectamente claro que tengo el fervor del pueblo colombiano, que me impulsa a seguir adelante para hacer lo que corresponde y de redireccionar el destino de esta Patria que se merece estar en un sitial de grandeza.
“Les pido que no desfallezcamos. Esta es la primera etapa de una justa democrática, que no admite descanso, que no admite distracciones, porque Colombia hoy más que nunca necesita de nuestra capacidad de trabajo y de nuestra responsabilidad y compromiso.
“Tengan presente siempre que voy a anteponer los altos intereses de la República a mis intereses particulares.
“ ¡Yo no estoy aquí porque quiera! ¡Estoy aquí, porque tengo la obligación moral de hacerlo y he venido a cumplirle al pueblo colombiano!”. ( ¡Bravo! Gritaba emocionado el público)
El director de Salvación Nacional y Jefe de Debate de la Campaña de Abelardo, doctor Enrique Gómez Martínez, al igual que el Excomandante del Ejército Eduardo Zapateiro e importantes movimientos de Reservistas y Veteranos de las Fuerzas Militares y de Policía, como figuras de la vida pública nacional, lo acompañaron a la entrega de las firmas en la Registraduría para la inscripción de su candidatura a la Presidencia en el 2026.
... “PROPONGO A MIS COMPATRIOTAS DEVOLVERLES LA SEGURIDAD”...
Pero, ¿ cuáles han sido sus promesas de campaña que le han granjeado tal favoritismo popular?
Pues, nada menos que mano de hierro contra la corrupción y la criminalidad. Defensa de los valores, la familia, la fe, el orden y la justicia. Impulso a la inversión y crecimiento económico y a la actividad extractiva legal del subsuelo. Además, de austeridad en los gastos de funcionamiento del Estado, entre otros proyectos.
“¿Yo que le propongo a Colombia? Colombia tiene graves problemas de seguridad. Yo le propongo a mis compatriotas devolverles la seguridad, la paz, pero no negociando con los bandidos. Imponiendo la paz con la fuerza de las armas y las leyes de la República. Propongo a mis compatriotas recuperar el sistema de salud. No tenemos el mejor sistema de salud, pero tenemos uno de los mejores sistemas de salud del mundo. Hay que recuperarlo, mejorarlo y hacerlo un sistema de salud de talla mundial”.
Mientras el innato líder colombiano continúa su carrera incansable hacia la Casa de Nariño, otros precandidatos, que afirman ser contrarios a las políticas neocomunistas o progresistas del actual desgobierno y con escasas probabilidades de alcanzar el más alto puesto para dirigir los destinos de Colombia, están más pendientes en ‘lanzarle’ dardos con cuestionamientos dudosos, con algunas encuestas manipuladas y engañosas, trampas, injurias, felonías, las piedras que no pueden faltar en estos escenarios depredadores en busca del codiciado poder, más que por el interés ciudadano de proteger la democracia, golpeando duro al árbol que más frutos da por la salvación de nuestra libertad y a los colombianos que creemos en su talante presidencial.
Entonces, recordé una frase que Jesús le dijo a un discípulo y que se encuentra en el segundo libro más vendido en el mundo “La Imitación de Cristo”, de Tomás de Kempis y que dice: “Hijo, ten confianza en mí, y estate firme, porque las palabras, ¿ qué son sino palabras? Por el aire vuelan, más en las rocas no hacen mella”.
Sin embargo, no solo debe enfrentar los desgastantes ataques de sus ácidos contradictores sino que, cuando llegue a ser el Primer Mandatario de Colombia y Comandante en Jefe de las Fuerzas Militares, conocerá de las mutilaciones, la invalidez obligada de sus reducidos ejércitos de hombres y mujeres que incapacitados, más no derrotados, un buen día entregaron su vida, salud e integridad por su amor incuestionable a su Patria, como, también, la de los hombres de la Fuerza Pública.
... “SENTIMOS QUE A ELLOS NADIE LOS ESCUCHA”...
Esta es la breve historia de Hermes Alexander López Gutiérrez, quien en un operativo contra la delincuencia perdió la luz de sus ojos y que decidió, junto con cinco de sus compañeros de infortunio de la Fuerza Pública y Militar, viajar desde Bucaramanga a Bogotá para asistir al Plantón convocado el 23N -noviembre 2025- en el Cantón Norte, en homenaje a los héroes asesinados, secuestrados y heridos en el ejercicio de su misión en defensa de la Patria.
Esto nos contó: “Somos cinco veteranos discapacitados. Salimos el nueve de noviembre de la ciudad de Bucaramanga por la libertad y el apoyo solidario con las mamás , papás, esposas e hijos de los policías y militares, los del CTI - Cuerpo Técnico de Investigación-, porque sentimos que a ellos nadie los escuchaba. Nadie hacía nada por ellos.
“Decidimos salir de Bucaramanga, dormir en la intemperie. Después conseguimos apoyo de la comunidad y, poco a poco, duramos quince días para llegar a Bogotá y decirle a Colombia que volvió el secuestro, que tenemos que unirnos, que dejemos la indiferencia”.
Relató a los periodistas de LLAMAS que el grupo de ellos se denomina “Veteranos por la libertad” que vienen del Atlántico, de Sincelejo, de distintos departamentos del país.
Hermes Alexander tiene discapacidad visual y es veterano de la Policía Nacional. “El caso mío fue en actos de servicio, adelantando un operativo riesgoso en el Magdalena Medio, hace veintinueve años, cuando tenía veinticinco, fuimos objeto de un recibimiento no muy grato y ahí quedaron truncados todos mis sueños.
... “ESTO ES SOLIDARIDAD”...
Cuando le preguntamos de si le había pesado entrar a la policía nos respondió con total firmeza que, “no, para nada, porque con esto demuestro que la incapacidad no es un impedimento para seguir luchando desde otros escenarios. Y me pongo en los zapatos de esas mamás que tienen a sus hijos secuestrados, porque, también, tengo dos hijos y no me gustaría estar en ese escenario. Por eso, hicimos esa marcha desde Bucaramanga hasta Bogotá para despertar ese sentido de corazón a toda mi Colombia, al mundo entero, que nos unamos. Esto no es política. Esto es solidaridad.
“Gracias a Dios estamos libres. Podemos almorzar en comunidad, dormir en comunidad, con la familia. Pero las familias que tienen un ser querido ausente, secuestrado. No se lo deseo a nadie”.
Piensa que toda esta violencia contra la Fuerza Pública tiene que ver más con la voluntad del gobierno nacional. Aspiro y tengo mucha fe, respetando la Iglesia, creencias de cada uno, que es probable, antes del siete de diciembre, el día de las velitas, que los compañeros secuestrados que tienen cuatro, ocho y hasta un año privados de la libertad, regresen a sus casas a abrazar a sus hijos, a sus esposas y a sus mamás”.
... “SUEÑO CON MI FUERZA PÚBLICA ACABANDO CON LA CORRUPCIÓN”...
Y, por último, don Hermes nos deja esta reflexión: “Ingresar a la Fuerza Pública es una oportunidad de trabajo, pero no puede ser una herramienta para que otros grupos nos vean como su trofeo. Considero que esa mentalidad se tiene que acabar, porque ellos también tienen mamá, tienen hermanos. Ellos, tienen hijos.
“Sueño a mi Fuerza Pública acabando con la corrupción, donde se ha venido dando la costumbre de, ‘¿cómo no me cogen?’ Se convierten en multiplicadores del delito. ‘Entonces, 'hagámoslo más grande, más grande y más grande'... Algo con lo que tiene que romper este país es la corrupción. Enseñándole a nuestras familias, a nuestro entorno que la paz empieza desde la casa y amando nuestro prójimo de corazón".
Y si tuviera que pedir cambio de algunas leyes que vayan contra la Fuerza Pública, Hermes considera: “Tenemos muchas leyes, pero yo me quedo con los diez mandamientos de la Ley de Dios. ¡Son diez! No necesitamos más para vivir en un país muy tranquilo”. (Textos Claudia Marín, Revista LLAMAS)
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