revista llamas
Entrevista de: Alberto
Manrique, entrañable amigo y connotado periodista -1968- al fundador de revista
LLAMAS, Libardo Marín Cardona.-
Libardo Marín Cardona desocupó su tierra, Rionegro, Antioquia, en 1947. Desembocó, naturalmente, en Medellín. El anillo estrecho de las perspectivas lo obligó a mirar a Bogotá, ciudad helada, casi como la Villa de Córdoba, pero abierta a las inquietudes y a las esperanzas.
Desde la escuela rural había
querido ser periodista. En los caminos de vecindad se encontraba con los
campesinos y los condiscípulos y anhelaba saberlo todo. Hacía preguntas sobre
la intrascendente trascendencia de la vida en las veredas para después, a su
manera, referir las respuestas en crónicas verbales. "Sopero", le
bautizaron sus compañeros de edad. "Sopero" porque en Antioquia quien
lo pregunta todo y lo repite en figuras gigantes, es eso, vale a decir, metido,
preguntón y otras cosas amables.
Llegó a Bogotá. Nerviosamente,
como su carácter, entró en la redacción de "La Razón". No era
su clima espiritual. No había candela
humana. Pasó a "La Opinión" de Alberto Galindo y, desde Bogotá,
servía a "Diario del Quindío", de Armenia y otras publicaciones. Dice Libardo que quien le
"doctoró" efectivamente en el periodismo fue Alberto Galindo.
Pero el fuego de su espíritu quería
apagar el fuego de los incendios y después de enterarse de qué manera se debatían
los bomberos de Bogotá, sin ayudas, sin órganos de expresión, decidió en 1957,
por los días decembrinos, fundar la revista LLAMAS. Fue así como inició la
tremenda brega de publicar en Bogotá mensualmente un grupo de páginas
maravillosamente editadas para servir a los bomberos, nunca para servirse de
los bomberos. LLAMAS desde entonces se ha
convertido en un modelo de antorcha contra los incendios. Después de una lucha
de diez años y con varias ediciones originalmente impresas, ha probado
que su romanticismo rionegrero, su desprendimiento absoluto, son verdades
auténticas. El habría podido dedicarse, entregarse con sus publicaciones a la
industria y el comercio y hoy lo veriamos a bordo de un "Impala" y no
a bordo de sus cortas pero dinámicas zancas recorriendo la ciudad de Bogotá y
los departamentos de Colombia. En cada página de su revista LLAMAS se advierte
el combustible contra las catástrofes que produce el fuego.
HABLA EL HOMBRE
Hemos querido que Libardo
Marín Cardona hable y diga algo de su vida, de sus satisfacciones y fracasos.
Los últimos los ha recibido sonriendo y como una nueva invitación a continuar
la lucha con un brío más caliente del que lo empujó en los primeros días.
DICE:
-No hablemos de los fracasos.
Amo los fracasos. Me encantan. Sin ellos no habría sido posible conseguir los
triunfos. Victorias no económicas, se entiende, pero sí profundamente
satisfactorias. Como he dicho, sin los fracasos la revista LLAMAS hubiera
efectivamente fracasado.
LAS SATISFACCIONES
Continúa:
-Grandes satisfacciones en el
campo de la seguridad industrial y prevención contra incendios, me han invitado a seguir
trabajando con denuedo ya que las orientaciones en este campo han sido muy
efectivas como lo prueban los mensajes enviados por ejecutivos de empresas en
cuyos textos se pide la continuación de las campañas. Ellos me dicen que no se
está luchando en vano. Yo les creo y sigo caminando. -
PREOCUPACIÓN PERMANENTE
Cuando Libardo Marín Cardona
se entera de que en Bogotá u otra parte del país ha ocurrido una catástrofe producida por el fuego,
atraca el teléfono de su oficina. Quiere conocer datos directos. Primero que
todo, pregunta por los auxilios que han sido enviados para socorrer a las
víctimas, cuántas vidas fueron salvadas y en qué proporción perjudicó
económicamente el incendio a los afectados. Es decir, primero el lado humano.
Luego el periodístico y es cuándo pide fotos o envía fotógrafos y consigue los
datos necesarios para sus crónicas que aparecerán en la próxima edición de
LLAMAS.
LA CIRCULACIÓN
-Mi mayor satisfacción es de
ver hoy a Bogotá debidamente protegida contra el fuego. Logramos la
adquisición, por el Distrito Especial, de los equipos conseguidos en el Canadá
para que la capital de la República espantara de una vez por todas el fantasma
del incendio. Esos equipos fueron comprados por medio del sistema de
compensación con el café, sistema éste que aconsejamos permanentemente en
nuestras campañas.-
DIVERSIDAD DE FRENTES
El director de la revista
LLAMAS explica cómo han sido diversificados los frentes en sus campañas y lo
expresa así:
- Hemos mirado hacia los
puertos colombianos, a los ferrocarriles, al tránsito, a las fábricas, a los
hogares, a los centros educativos. Hemos luchado por la creación de brigadas infantiles para ir
creando la mentalidad bomberil en la niñez. La campaña pro-niño quemado. Hemos visitado los más
apartados villorrios para que haya, en cada uno, un cuerpo de bomberos. Se ha
investigado en las fábricas para saber qué número de obreros puede conocer
detalles sobre la seguridad industrial. Me puse en contacto con varios países
del mundo para, que en buenas condiciones, suministraran a todos los
municipios, por lo menos un campero-bombero, así sea pignorando las rentas o
con las contribuciones de las entidades cívicas que pueden hacerlo. Vamos a ver
cómo LLAMAS, por conducto de parlamentarios amigos, estudia la adopción de una
ley apoyando económicamente a todos los distritos en la adquisición de su
equipo, por lo menos en la primera cuota.
Y Libardo Marín termina así:
-Estos, los incendios
provocados, han sido otro de mis dolores de cabeza. Porque las empresas
aseguradoras deben estas seguras, por medio de un departamento de control moral
para que el cuerpo de colocadores sea exactamente moral e, igualmente, para
conocer las intenciones de quién pide el seguro o se asegura presurosamente.
¿Tarea de sabios, de adivinos? No. Un simple trabajo de control y nada más.
Hemos querido evitar que el seguro contra incendios se convierta en una fuente
de ingresos indebido para personas sin moral comercial. Quiero invitar
a todas las empresas pequeñas y grandes a que inviertan parte de sus dineros en
equipos y material de seguridad. Esta sería la inversión más lucrativa que
podrían hacer como respuesta a la amenaza permanente del fuego producido por la
inseguridad de la factoría desde el punto de vista industrial.-
DANZA DE LAS HORAS
(EL TIEMPO, 22 DE OCTUBRE DE 1967)
Admirable labor de divulgación sobre las actividades
de los bomberos, adelanta en la Revista LLAMAS Libardo Marín Cardona, sin más
ayuda que la de su esfuerzo tesonero, Marín Cardona ha sostenido esta revista
contra viento y marea. Y librado, desde ella, intensas y efectivas campañas por
la modernización de los bomberos en todo el país. Ciudadanos con virtudes
apostólicas como Marín Cardona son acreedores del reconocimiento público.
CALIBAN
“LA CIUDAD Y LA GENTE”
( EL TIEMPO, 22 DE SEPTIEMBRE
DE 1980)
SEGURIDAD
La Revista LLAMAS que dirige Libardo Marín Cardona,
consagrada a combatir el fuego, publica otra edición dedicada al primer
simposio de protección contra ese flagelo y donde hablaron Gustavo
Vasco Múñoz, William Fadul y Francisco Morris Ordóñez. También incluye una
reseña comentada de la disposición oficial (que fue primicia de El Tiempo)
según la cual los edificios de 20 o más pisos necesitan obligatoriamente de
helipuerto para evitar desgracias irreparables. También divulga las normas del
Intra sobre el transporte escolar.
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