jueves, 23 de julio de 2020

EN TIEMPOS DE PANDEMIA... CONOZCA PORQUÉ OCURRIÓ HACE CERCA DE MEDIO SIGLO EL INCENDIO DE AVIANCA


PRIMERA PARTE

CERCA DE MEDIO SIGLO CUMPLE INCENDIO DE AVIANCA...

Y ALGUNOS EDIFICIOS DE ALTURA EN PREVENCIÓN DE INCENDIOS... ¿EN CAÍDA LIBRE?



Hace cerca de medio siglo ocurrió uno de los peores incendios en América Latina, el inesperado incendio del edificio Avianca -23 de julio de 1973-, ubicado en la carrera séptima con calle 16-36, centro de Bogotá, Colombia.

Cuando los expertos en sus charlas de seguridad hablan de incendios estructurales, acaecidos en fechas posteriores al recordado episodio de Avianca, se remiten a este evento que estremeció al mundo de la seguridad. En su concepto consideran que uno de los errores más comunes es creer que con sólo instalar los equipos contra incendio normalizados o no, sin señalización u ocultos para que no riñan con la decoración del ambiente es suficiente para considerar que los inmuebles permanecerán seguros, en caso de una conflagración accidental o premeditada.

Los ingenieros anti-incendios conscientes observan que las normas, fruto de largos años de investigaciones, simulacros realizados en academias, laboratorios de organizaciones de incendios (Nfpa, Cfpa-E) y universidades de prestigio mundial, señalan la frecuencia exacta con la que se deben revisar y probar los delicados equipos, lo que hará la diferencia para que el fuego no consuma, en cuestión de segundos, la costosa estructura, su bien elaborado diseño, su mobiliario y lo más valioso: ¡la vida y supervivencia de sus ocupantes, residentes o personal flotante! 

Aparte de la notoria imprevisión presente en edificios de altura,  en países de América Latina, se suma nuestra naturaleza olímpica y cuando sólo el único interés que nos motiva es instalar equipos contra incendio por instalarlos, pasando por alto las normas que invitan a realizar su mantenimiento con meridiana periodicidad, verificando así su correcto funcionamiento, en aras de que la seguridad, siendo una inversión vital, no sucumba en las inestables redes de otros factores que nos identifican como nuestra excesiva confianza e indiferencia, exponiendo así al fuego cientos de vidas inocentes y cuantiosas inversiones.

Hace siete años entrevistamos al presidente de la Organización Iberoamericana de Protección Contra Incendios, Opci, el Ingeniero Jaime Moncada Pérez, quien contó a los editores de revista LLAMAS cuál fue su vivencia personal aquel histórico día del incendio del edificio Avianca.

A continuación un fragmento del diálogo con el Ingeniero Moncada Pérez, consignado en la revista LLAMAS:

EN AVIANCA UNA VÁLVULA DE REDUCCIÓN DE PRESIÓN MAL ARMADA IMPIDIÓ QUE LLEGARA EL AGUA AL PISO INCENDIADO

fotos Clásicas Incendio del Edificio de Avianca Instagram

El presidente de la Opci al hablarnos del muy recordado, en la mente de los colombianos, el incendio de Avianca, nos hizo retroceder a la escena que el presenció cuando fue uno de los testigos de lo que pasó ese día: "Al llegar al edificio de Avianca, me dice el comandante de esa época, Mayor Enrique Talero que cuando recibieron la llamada de auxilio no creía posible que hubiera un incendio allí. Solo cuando el vehículo de avanzada enviado llegó a la calle 45 con séptima vio el incendio y confirmaron el despacho de las máquinas pesadas.

"Cuando llegué al sitio estaban los bomberos tratando de inyectar agua al edificio por la conexión siamesa. El tanque de la azotea estaba en reparación y vacío. En el tiempo en que esto sucedió estuve parado en la esquina de la diecisiete con séptima - Parque Santander-, al lado de la edificación. 

"Los bomberos comenzaron a meterle agua al edificio para operar los gabinetes y no les subía el líquido. En esa operación no había comunicación por radio. Por señas, desde el piso trece, donde estaban los bomberos, decían que no llegaba el agua y pedían más presión. Estimo estaban con presiones mayores a 300 psi, pues empezaron a reventar mangueras. Trataron de subir mangueras y una bomba portátil, pero no había una reducción de 3"por 2 1/2". Como anécdota, el Mayor Talero se me arrimó equipado con auto contenido y acompañado por un bombero voluntario, equipado con una máscara de cartucho y me dijo que iba a subir a ver si era posible abrir, romper o volar una parte del tanque, para que la inundación apagara el incendio. Le comenté que el tanque estaba vacío y que no debía abandonar a su gente. Me contó que él ya no era el comandante, pues había llegado un oficial de la policía de mayor rango y había asumido el mando. Escuché después que llegó un general y asumió el mando y que también había llegado al sitio el Ministro de Guerra.

"El carro escalera no era efectivo. El edificio se quemó sin remedio. Era un edificio relativamente bien construido con escaleras cerradas, pocas conducciones verticales abiertas y creo que nunca estuvieron más de tres o cuatro pisos, ardiendo simultáneamente. Una fuente de propagación fue el espacio sin sellar entre la losa del piso y el muro cortina (fachada colgante). Se hubiera salvado con rociadores automáticos. Los gabinetes de mangueras hoy no se usan en estos edificios. No sirven y, por ejemplo, la norma Nfpa 101 Life Safety Code sólo los pide en dos tipos de edificios, cárceles y teatros con presentaciones en vivo.

"La experiencia que saqué de aquel inesperado episodio es que el sistema contra incendio de Avianca había sido bien diseñado. Sólo tenía mangueras que eran, son y seguirán siendo bajo la norma NSR 10 el principal sistema activo de defensa contra el fuego. Además era un sistema mal instalado y nunca probado. En el piso diez una válvula de reducción de presión que debía dejar pasar el agua inyectada por los bomberos estaba colgada al revés y no permitía subir el fluido, dejaba bajar el agua del tanque, pero el tanque estaba dañado, se encontraba en reparación. ¡No había agua en el edificio!

"Los bomberos cumplieron con su deber. Obviamente, con las demoras de toda la vida, por cuanto aquí el bombero no llega como en Estados Unidos, a los cuatro minutos, después de presentarse la emergencia. Las estaciones no estaban bien dotadas. Ese edificio de unos cinco años de haber sido ocupado nunca había sido probado".

A la pregunta de los periodistas de LLAMAS de cuántos muertos dejó este hecho, el profesional de la Nfpa nos comentó: "Por lo que sé sólo dos muertos. Ese fue un incendio muy barato, porque poco después de ese suceso surgió el incendio de Joelma en Brasil, en el que murieron cerca de 192 personas por un evento muy similar, pero en un edificio con escaleras abiertas, sin rociadores y se quemó totalmente en dos horas; un incendio en el piso once que subió hasta el veintiocho. Lo triste es que cuarenta y dos personas se vieron obligadas a saltar del edificio, incluso después que el fuego se había extinguido.

"En cambio el incendio de Avianca fue sumamente suave. Durante el tiempo de la conflagración hubo comunicación por la escalera de incendios.

"Hay una anécdota de esa época: uno de los pilotos de los helicópteros que se hallaban sacando gente, es de las pocas veces que se puede hacer esto, porque es una falacia creer que debemos tener helipuertos para casos de emergencia. Eso no sirve para nada, porque el calor no les permite aterrizar y después que van cargados con gente ¡peor todavía! No pueden salir porque no hay sustentación, arriba del edificio está caliente. Lo peor es que si entra en una nube densa de humo el motor se apaga por falta de oxígeno.

"Allí lograron aterrizar, es cierto, pero eran aparatos que podían rescatar dos personas. Un comentario no confirmado es que un muchacho que había sido rescatado y llevado a la Plaza de Bolívar se devolvió, subió por la escalera para que lo volvieran a montar en helicóptero. El capitán le dice: ¡Usted otra vez! Capitán sí, pero como era la primera vez que yo montaba en helicóptero, volví a subirme a ver si me daban otro paseito.

"Ese edificio fue posible reconstruirlo después de cerca de 70000 horas de estudio de ingeniería; creo que por una firma de Chicago.

"Otro comentario es que los dos últimos pisos eran de estructura metálica y estuvieron en mucho riesgo de quemarse".  





   

   





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