viernes, 11 de septiembre de 2020

EN TIEMPOS DE COVID 19, EN COLOMBIA APARECEN DOS PANDEMIAS QUE 'INCENDIAN' NUESTRA ECONOMÍA Y NUESTRAS CIUDADES

 


CORONAVIRUS MÁS AGRESIVOVIRUS…

DOS PANDEMIAS QUE ‘INCENDIAN’ NUESTRA ECONOMÍA Y NOS LLEVAN AL LIMITE DE NUESTRA RESISTENCIA

Foto Bernardo Peña El País
  

En épocas recientes la fuerza pública ha sido objeto de señalamientos, y desprestigios, algunos con, o sin razón,  que lamentablemente surgen, quizá, por una equivocada selección del personal, como lo señalan especialistas en escogencia de trabajadores empresariales.

Tales circunstancias invitan a depurar a la institución cuando de seleccionar sus integrantes se trata. Para algunos ciudadanos de a pie lo que pretenden ciertos sectores anti gobierno y no muy afectos a la fuerza pública es desaparecer o desestimular a las instituciones gubernamentales, en este caso la policía, creada para hacer respetar el orden, la vida y la seguridad ciudadana en una nación, en este caso Colombia. “Conviene –dice Ismael Gómez, experto en selección de personal empresarial- aunque no hay institución perfecta, donde algunos de sus elementos no fallen, que el personal que se escoja, no  exceda su autoridad. Sean dueños de sus emociones, con control de sí mismos ante  cualquier situación de inseguridad que se les presente, por difícil que esta sea y estén bien capacitados para ejercer su función con responsabilidad y en bien de la sociedad”.

“PAGAN JUSTOS POR PECADORES”

Utilizando una frase de cajón aquí “pagan justos por pecadores”, cuando algunos de los integrantes de los organismos de seguridad, presumiblemente, se extralimitan en sus funciones,  suscitándose hechos que los colombianos de bien  deploramos, lamentamos y rechazamos tajantemente,  deseando no hubieran ocurrido. Este es el caso reciente del señor Javier Ordóñez, ahora motivo de investigación para establecer legalmente las causas de su deceso.

Lo que no da lugar a colocar en la “picota pública” a toda la organización policial. No es justo hacer  pagar a todos - cerca de 157 mil hombres y mujeres tiene la institución-, las malas actuaciones de unos pocos. Allí hay oficiales intachables, heroicos, que aman su profesión e imponen autoridad sin abusar de esta.

Para Diana Castillo, estudiante de derecho, la sanción por los hechos del miércoles nueve de septiembre es de la órbita exclusiva de la justicia penal militar, “el conducto regular y legal para investigar y emitir el castigo ejemplar para quienes incurrieron, al parecer, en exceso de autoridad y  mal uso del arma no letal ‘taser’ de electrochoques –descargas eléctricas-”.


Foto Luisa Gonzáles Reuters

‘ARMANDO’ MINIBOGOTAZOS

Ahora resulta que surgen en la reprochable escena quienes, al amparo de unas protestas ciudadanas, cometen delitos inaceptables; incendiando todo a su paso. Acabando con estaciones de policía, destruyendo bienes públicos y privados; quemando buses de servicio público, apedreando y sembrando el caos y el pánico en ciudades como Bogotá, poblaciones de Cundinamarca, Medellín, Cali, Armenia, Manizales... Armando mini bogotazos por todo Colombia. Pérdidas billonarias, cuya factura no debería ser asumida por una población civil indefensa, que no participó en los revoltosos desmanes,  sino por los que los protagonizaron.

Tales actuaciones no son dignas de alguna justificación, ni tampoco se pueden calificar como de conducta ejemplar, pero sirven de  pretexto para abrirle camino a otro contagio viral,  tan peligroso como el Covid 19, cual es el virus de la violencia, a una turba exaltada, incontrolada, enceguecida, que va destruyendo todo a su paso.  Aquí no asoman voces racionales, sensatas, en contra de lo acontecido por parte de los uniformados, sino hechos vandálicos que se suman al acto rechazable de los equivocados agentes.

TRABAJAMOS CON LA PARCA PISÁNDONOS LOS TALONES

Lo cierto es que hoy los colombianos nos encontramos agobiados por muchos males. La pandemia interminable con sus nefastas consecuencias sobre las economías mundiales que, valerosamente  estamos enfrentando, aún a costa de la propia vida, para no permitir que nos vayamos todos al abismo de la parálisis laboral, de la extrema pobreza, acosados por necesidades y con mayor incremento de la pauperización, sobre todo en países como el nuestro, donde los cinturones de miseria tienden a ensancharse y aumentar peligrosamente.

Y aunque somos ricos en recursos,  somos pobres, porque hacemos mal uso de las riquezas naturales. Tenemos tierras improductivas como las de la altillanura, las de la Mojana sucreña, además de la variedad ambiental que, por ejemplo,  hay en el Quibdó chocoano. ¿Hasta cuándo vamos a ver sus frutos?  

El coronavirus pasa haciendo estragos. Pero estamos luchando para que no nos gane la partida. Trabajamos con la parca pisándonos los talones, pero con las previsiones necesarias no le permitiremos ingresar a nuestra frágil humanidad y doblegar nuestros complejos sistemas inmunitarios.

¿QUÉ DICEN LOS EXPERTOS EN SEGURIDAD?

Foto Bernardo Peña El País

Por los disturbios generados en el país, el nueve de septiembre de 2020, se conocieron los  comentarios de expertos en investigación en seguridad ciudadana en  Portales de prensa virtuales –BBC News Mundo- como el de Alberto Sánchez Galeano en el artículo: “Policía en Colombia Por Qué es Militar y no Civil”  y en la que el profesional señala que… “Hoy dicen que el problema es una reforma policial, y sí, eso hay que plantearlo en el corto  y largo plazo, pero la policía no puede seguir pagando el costo de malas políticas educativas, sociales y políticas”.

En el mismo texto en referencia, otros especialistas en seguridad advierten que la policía en Latinoamérica se ha reformado hacia la civilidad. En cambio, en Colombia, tal evento  no ha ocurrido, porque históricamente una de las tareas de la policía nacional con sus Comandos Jungla ha sido la lucha contra los grupos insurgentes, unidades militares de la policía con buena dotación en armas y procedimientos.

¿Y QUIÉN REFORMA A LOS JÓVENES?

Foto Luisa Gonzales Reuters

Mientras algunas voces propenden por la reforma de la policía, otras, como las de la trabajadora Social, Victoria Ramírez González, se preguntan: ¿Y quién reforma a los jóvenes? Que con su argumento de protestar en las calles por el abuso de autoridad se muestran violentos, agresivos, movidos por una “locura colectiva” se visten, no como los ‘buenos’ de la película, sino como los ‘malos’, generando un escenario patético de la peor de las guerras. Y ‘armados’ de furia, con piedras, papas bombas, botellas incendiarias, bengalas y otros elementos peligrosos,  son hoy el terror de una ciudadanía pacífica que lo único que quiere es poder restablecer su economía, aún exponiendo, día tras día,  su vida,  ante el grave problema sanitario mundial presente. 

“Como si fuera poco, veo que hoy va a acompañada de otra pandemia mortal  con la aparición de unas células tan o más nocivas que las del Covid 19. Estas células salen de sus ‘escondrijos’ urbanos, extienden la anarquía, la destrucción por doquiera  y van sirviendo de ‘idiotas útiles’ de quienes creen que con violencia y amedrentamiento pueden llegar a desestabilizar el orden ciudadano y la institucionalidad establecida. “Me pregunto dónde están sus padres, porque diez de las vidas perdidas en estos caóticos hechos eran, al parecer, jóvenes”.

Lucila Vega, joven emprendedora espiritual, ve con preocupación que algunos jóvenes se mueven en terreno estéril, sin un Dios en quien creer, que los humanice, que los ennoblezca, que les conduzca por un camino de esperanza... En quien poder  afirmarse. Que les enseñe que la vida es amor, porque todo fue creado con amor y lo que es creado con amor nunca muere, en cambio lo que se gesta en la violencia, ahí terminó. Porque no hay poder que perdure en el temor. Sus adeptos no siguen ese poder, porque les infunda confianza, credibilidad, liderazgo y libertad. Son sus esclavos atemorizados. Razón tenía Voltaire cuando dijo: ‘Que si Dios no existiera, habría que inventarlo’, porque sin esa esencia espiritual, obraríamos como fieras irracionales, movidas por pobres instintos, desencadenando males interminables, autodestructivos”.   

 

 

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