Palabras del Comandante en Jefe de la Cuarta Brigada Naval de la Armada Nacional Chilena, Contralamirante Alberto Soto, en la celebración de las Glorias Navales.
..."CREO QUE LA MEJOR FORMA DE HONRAR A ESTOS HÉROES ES ASUMIR UNA ACTITUD CONSTRUCTIVA Y DECIDIDA EN LA LUCHA CONTRA ESTE VIRUS..."
Foto Armada Nacional |
La comandancia del Cuerpo de Bomberos de Lanco, Chile, se adhirió a nuestro facebook, y nos participó del aniversario 141 de las Glorias Navales, fecha de un profundo sentimiento patriótico para los chilenos y que, muy a su pesar, no pudieron estar presentes en esta conmemoración, como en años anteriores, en la Plaza '21 de mayo', en donde sólo asistieron pocos invitados, obedeciendo a los protocolos sanitarios.
Los bomberos de Chile celebran este acontecimiento histórico, porque recuerdan la valerosa intervención en esta gesta del guardiamarina Ernesto Rimelque, quien también se desempeñó en las tareas bomberiles en este país y dan honor al héroe naval capitán Arturo Prat Chacón y su tripulación, dado que algunas de la Compañías de bomberos llevan su nombre.
Los bomberos, pescadores e iglesias se vincularon a tan histórica celebración con el sonido de sus sirenas y campanas.
Foto Armada Nacional Chile |
En la tradicional efemérides el Comandante en Jefe de la Cuarta Zona Naval de la Armada Nacional Chilena, Contralmirante Alberto Soto, pronunció las siguientes palabras: "Los héroes de Iquique y Punta Gruesa siempre han sido referencia en estas tierras áridas del desierto, de esfuerzo, sacrificio y entrega por este país y cumplimiento del deber. Yo creo que la mejor forma de honrar a estos héroes es asumir una actitud constructiva y decidida en la lucha contra este virus que a todos nos ha cambiado la vida. De la misma forma, buscamos con esto, honrar a los Tarapaqueños caídos en esta lucha y a aquellos que están haciendo todo lo posible, en cada uno de los roles que les ha correspondido cumplir para combatir esta pandemia", expresó.
En la actualidad el Covid-19 amenaza su peligrosa expansión en la población chilena. Hoy, por ejemplo, murieron 45 personas, cuando tres días atrás sólo fallecían 30 personas por día. En total van 589 muertes y miles de contagiados, lo que impulsa a este país a fortalecer su red sanitaria.
Bomberos de Chile realizará homenaje a
las Glorias Navales
(Prensa Bomberos Chile)
Tradicionalmente,
Bomberos de Chile se ha sumado a esta conmemoración, a través de los Cuerpos de
Bomberos del país, especialmente los que se emplazan en las ciudades costeras y
las Compañías que llevan el nombre del héroe naval, Arturo Prat Chacón, el de
sus oficiales y el de la Gloriosa Corbeta “Esmeralda”.
Sin embargo, la situación hoy es distinta, puesto que la pandemia que afecta al país, ha llevado a la autoridad gubernamental a impartir medidas de prevención, como la cuarentena en algunas comunas del país y el distanciamiento social, por lo tanto, la institución bomberil no acompañó presencialmente a la Armada en esta celebración.
Ante esta realidad, el Secretario General de la Armada de Chile, Almirante Raúl Zamorano Goñi, tomó contacto con el Presidente Nacional de Bomberos de Chile, Raúl Bustos Zavala, para informar que su institución no realizará ningún acto público ni desfile con motivo de la conmemoración del Combate Naval de Iquique y de las Glorias Navales.
Sin perjuicio de aquello, el Almirante Zamorano expresó el anhelo del Alto Mando en orden a mantener viva esta tradición de conmemoración conjunta de esta efemérides, invitando a todos los Cuerpos de Bomberos del país a sumarse simbólicamente a la conmemoración privada que realizará la Armada de Chile, tocando las sirenas en todos los cuarteles del país el día 21 de mayo, a las 12:10 horas, día y hora en que la Corbeta Esmeralda se hundió en la rada de Iquique. Esta invitación fue aceptada por el Directorio Nacional de Bomberos de Chile en su Sesión Extraordinaria N°406 efectuada el día martes 12 de mayo de 2020.
Para Bomberos de Chile es de suma importancia la conmemoración del 141º aniversario de esta gesta naval por la unión que existe entre ambas instituciones, representado por el Bombero y Guardiamarina Ernesto Riquelme Venegas, (Bombero activo de la "Bomba Sur" del Cuerpo de Bomberos de Santiago, hoy Segunda Compañía Esmeralda), quien era parte de la tripulación de la Corbeta Esmeralda, y quien fue el que efectuó el último cañonazo de la Corbeta Esmeralda en los momentos finales en que se hundía.
Biografía del guardiamarina Ernesto Rimelque Venegas
Nació en Santiago el 14 de abril de 1852. Sus padres fueron don José Riquelme, el primer taquígrafo que hubo en Chile y la señora Bruna Venegas, distinguida educadora.
El joven Ernesto hizo sus estudios de humanidades en el Instituto Nacional y se graduó de Bachiller en 1870. Era un muchacho muy inclinado a las cosas del mar, tenía, asimismo una marcada afición por la música, arte de su predilección. Igual cosa ocurría con la literatura y su despertar juvenil lo inclinaba hacia la poesía. Colaboró con el periódico "El Alba", donde los alumnos del Instituto Nacional publicaban artículos literarios.
No obstante poseer inclinaciones marineras, siguió la carrera de Derecho y mientras estudiaba esta carrera, conoció al capitán de corbeta Arturo Prat Chacón, lo que habría de influir en el ánimo del joven Ernesto, a quien se le despertó el semidormido amor por el mar.
Mientras estudiaba derecho, en 1871, ingresó a la Segunda Compañía de Bomberos de Santiago, que en ese entonces se llamaba "Bomba Sur", tenía 19 años de edad. Al ingresar a la 2° Compañía, su número de registro fue el 444. Ya incorporado a la actividad bomberil en pleno, los oficiales de la Compañía vieron en él numerosas cualidades como bombero, su inmensa vocación de servicio y compromiso con la noble causa bomberil, siendo ejemplo para sus compañeros por la pasión y responsabilidad con que tomaba su cargo voluntario.
Una vez que dejó sus estudios de derecho, ingresó a la Escuela Naval, que funcionaba a bordo de la corbeta "Esmeralda", el 14 de abril de 1874. Su comandante era el capitán de fragata Luis Alfredo Lynch Zaldívar y el segundo comandante y subdirector, el capitán de corbeta Arturo Prat Chacón.
El 18 de noviembre de 1876, nombrado guardiamarina, se embarca en el blindado "Cochrane", que al mando del capitán de navío don Enrique Simpson Baeza partió a Europa, a terminar trabajos pendientes en los astilleros de Hull, en Inglaterra.
Permaneció algún tiempo en Londres, donde hizo un curso de torpedos, entre otros estudios navales que desarrolló. Los conocimientos del idioma inglés que poseía los perfeccionó hasta lograr hablarlo con soltura. De vuelta en el país en 1878, se retiró del servicio y se estableció en Santiago.
Iniciada la Guerra del Pacífico contra Perú y Bolivia, se reincorporó de inmediato a la Armada, siendo destinado a la corbeta "Esmeralda". Allí volvió a encontrarse con su antiguo amigo, el capitán de fragata Arturo Prat, ahora comandante de la corbeta, pues Prat había llegado al buque el día 16 de mayo de 1879, fecha en que la Escuadra chilena zarpó a El Callao y dejó a la corbeta "Esmeralda" y goleta "Virgen de Covadonga" en el bloqueo de Iquique.
La actuación del guardiamarina Riquelme en el Combate Naval de Iquique es conocida. Cuando la "Esmeralda" se hundía, Riquelme, que atendía la artillería de popa, preparó un cañón y aferrándose a la borda como pudo para no caerse y dándole depresión al cañón, dio fuego en un postrer esfuerzo por dañar al blindado "Huáscar". Después de esto, ya no pudo sostenerse y rodó por la cubierta, donde el mar pronto se lo tragó.
Su cañonazo fue por cierto estéril. Sólo resultó un saludo a la bandera que aún flameaba, pero mostró a la posterioridad el alto nivel de patriotismo y el temple de héroe de este joven oficial, que murió ahogado en el momento mismo en que la bandera, izada en el pico de mesana de la corbeta, se perdía en el mar.
El
guardiamarina Riquelme personifica en la historia naval de Chile al héroe de la
juventud chilena: artista, bombero, estudiante de derecho y poeta; que fue
capaz de mostrar su heroísmo al sellar con la última descarga de su cañón, la
decisión del comandante Prat, su amigo, su jefe, de no arriar jamás la bandera
nacional ante el enemigo, aun cuando se combatiera en inferioridad de
condiciones.