EN EL HANGAR DOCE DEL PUERTO DE
BEIRUT, CAPITAL DEL LÍBANO, SE HALLABA EL PELIGROSO MATERIAL QUÍMICO…
DIEZ BOMBEROS APAGANDO UN INCENDIO
EN ÁTOMOS VOLARON, ¿ACASO NO SABÍAN O
NADIE LES DIJO QUE ALLÍ SE ALMACENABA UN CARGAMENTO LETAL?
Del incendio inicial y de la explosión en Beirut surgieron las siguientes hipótesis e interrogantes
que son motivo de averiguación por parte de la Comisión de Investigación
constituida por el gobierno libanés para aportar conclusiones sobre el fatídico
hecho, entre las que se enuncian las siguientes:
*¿Acaso fue un misil?
*¿Fue un descuido imperdonable de
las normas de seguridad?
*¿La explosión se produjo por un
incendio cerca a los silos de trigo del
puerto en un almacén de explosivos?
*¿Fue una carga de explosivos, de
petardos o un trabajo de soldadura?
Foto: Jenaro Villamil |
*¿Un cargamento de nitrato de
amonio -2750 toneladas- decomisado por las autoridades del puerto y almacenado
hace seis años, más una fuente de calor produjo la explosión o, tal vez, fue un
producto combustible cercano al fertilizante que ocasionó la explosión?
Eso es lo que jamás podrán
responder los cerca de doscientos muertos, incluidos los bomberos, seis mil quinientos heridos,
cientos de desaparecidos –entre ellos un centenar de niños- y trescientas mil
personas sin hogar.
Los sobrevivientes y familiares de
las víctimas solicitaron se remitiera el caso a la Corte Penal Internacional, o
crear “un tribunal especial internacional” para que sean juzgados los hechos
que originaron la dolorosa e inverosímil tragedia.
“NOS ESTAMOS QUEMANDO A FUEGO LENTO…”
HACE SEIS AÑOS -2014- REPOSABA EL
CARGAMENTO DE EXPLOSIVOS QUE BORRARÍA
MÁS DE LA MITAD DEL PUERTO DE BEIRUT.
EL PUEBLO ACUSA A LAS AUTORIDADES
DE SER LAS RESPONSABLES POR NEGLIGENCIA Y CORRUPCIÓN DEL HECHO QUE HOY ENLUTA A
VARIAS FAMILIAS, VÍCTIMAS DE LA DEFLAGRACIÓN, QUE LA CALIFICAN COMO UN “CRIMEN
CONTRA LA HUMANIDAD”.
171 MUERTOS Y 6500 FALLECIDOS.
10 BOMBEROS, DE LOS CUALES TRES ERAN DE UNA MISMA FAMILIA: NAYIB HITTI -27 AÑOS- CONDUCTOR DEL CAMIÓN DE BOMBEROS,
SU PRIMO CHARBEL -22- Y SU CUÑADO CHARBEL KARAM
-37- , PIERDEN LA VIDA CUANDO ACUDEN A APAGAR UN INCENDIO EN EL PUERTO,
CERCA DEL PARQUE DE BOMBEROS PRINCIPAL, QUE, SEGÚN PRIMERAS VERSIONES, MATERIA
DE INVESTIGACIÓN, DESEMBOCARÍA EN LA EXPLOSIÓN LETAL.
El 4 de agosto los tres bomberos familiares fueron avisados de que había un incendio en el puerto, en el depósito 12, donde se registró la explosión Foto AFP |
La agencia de noticias AFP
entrevistó a los familiares de los bomberos conocidos como ‘héroes’ y hoy ‘mártires’.
Destacamos algunos fragmentos de la entrevista “Familiares de Bomberos
Desaparecidos de Beirut…”: el equipo
intentó forzar la puerta del edificio, cerrada con llave, sin saber que dentro
se almacenaban sustancias peligrosas, explica Georges Hitti, que el martes 4 de
agosto en la noche corrió hacia el puerto para buscar a sus familiares. “Empecé
a gritar como un loco: ‘Charbel, Nayib, Charbel!’ Y luego empecé a llorar”,
cuenta, con la mirada escondida tras unas gafas negras.
Rita, la madre de Nayib, relató con ira y amargura a ese medio lo siguiente:
“Nos estamos quemando a fuego lento, cien veces cada día, como ellos quemaron a
nuestros hijos en el puerto.
“Nuestros hijos son los ‘mártires de la traición’, añade, atacando a
los responsables que “ocultaron” la presencia del nitrato de amonio.
Más adelante esta nota
periodística menciona: el incendio
probablemente causó la explosión de una enorme cantidad de nitrato de amonio
que había almacenado en el hangar y que devastó barrios enteros de la capital
libanesa…
Un miembro de las Fuerzas de Seguridad Interior (FSI) que
sobrevivió a la potente deflagración, le dijo a Hitti que una patrulla de las FSI le pidió a
los bomberos que se alejaran. Demasiado tarde: la explosión los alcanzó.
Beirut, martes 4 de agosto de 2020
Aquel
aciago día en que sus habitantes, buena parte de ellos, confinados por la
pandemia, no sospechaban que algo peor y mortal arrasaría su ciudad portuaria
cobrando la vida de buena parte de sus impotentes ciudadanos… El reloj marcaba
las 5:57 p.m. e inesperados y ensordecedores estruendos de sorpresivas
explosiones cubrieron su diáfana atmósfera de un humo tóxico, irrespirable,
tiñéndola de gris y rojo cobrizo, estremeciendo al distrito de Beirut.
De
acuerdo a reseñas noticiosas de prensa más de la mitad de la ciudad sufrió la
destrucción –Beirut es el principal
centro comercial, bancario y financiero del Líbano, con más de veinte
universidades- casi comparable con una explosión nuclear, o el ataque de
cientos de misiles, o fuertes movimientos telúricos en su zona geográfica.
Es
probable que algunos de sus comunes pobladores desconocieran que, día tras día,
convivían ¡junto al peligro! Cerca del explosivo cargamento se desenvolvía una
dinámica zona de comercio y centros de diversión.
Era
un depósito que contenía nitrato de amonio -2750 toneladas-, usado como
fertilizante en agricultura y para fabricar explosivos.
Expertos
en riesgos químicos explican a la prensa que este material estalla cuando se
almacena a su lado combustibles o líquidos inflamables –gasolina, aceites- o
cuando aparece una fuente de calor que, como en este caso, desencadenó el
dramático evento.
Especialistas
en prevención de riesgos de incendio y explosión como Fernando Ruiz apuntan que,
al parecer, las autoridades del puerto
en distintas oportunidades fueron alertadas de lo que sucedería y “se
desentendieron del asunto, no tomaron las precauciones a tiempo en el bodegaje
y supervisión de este particular tipo de mercancías, ni cumplieron a cabalidad
con los estándares de seguridad en el manejo del delicado producto”.
Antes
de su dimisión el primer ministro del Líbano, Hassan Diab, en un comunicado
oficial sobre dicha tragedia enfatizó que era ‘inaceptable’ que se almacenara tanto
material explosivo en un depósito, “sin tomar medidas preventivas y poner en
riesgo la seguridad de los ciudadanos…”
¿SACRIFICIO INNECESARIO?
Otros
investigadores en riesgos y agencias internacionales, familiarizados en la
prevención de incendios y explosiones, consideran que un puerto donde hay todo
tipo de mercancías, sin una supervisión adecuada en seguridad, tristemente
produjo el sacrificio innecesario de la Brigada de bomberos del puerto de
Beirut, quién cumpliendo presurosa su misión de
atención de la emergencia, al ser llamada a confinar un incendio en el
puerto, dolorosamente desapareció en la deflagración.
Colegas
bomberos del mundo, quiénes lamentan lo sucedido, estiman que la Brigada no ignoraba que el puerto ha sido una zona de
movimiento constante por el ingreso de mercancías que exigen permanente control
y prevención. Pero, muy seguramente, como lo confirman los familiares de los
bomberos sacrificados, desconocían que allí, en un olvidado depósito, se
almacenaba con tal descuido el peligroso químico, sin la seguridad pertinente;
porque en su ardua formación bomberil son capacitados para saber cómo
reaccionan las sustancias químicas al contacto con una fuente de calor o un
combustible.
De ahí, se desprende que la profesión del bombero es reconocida en
el mundo como de “alto riesgo”.
No obstante, voces de quiénes se encuentran perplejos por la devastación, se
siguen preguntanso si siendo los bomberos los primeros respondientes en las
emergencias ¿sabían acaso del peligroso
material que, supuestamente, estaba confinado por años, olvidado, sin
seguridad, en la zona dónde exactamente ocurrió el demoledor hecho?
Estos
interrogantes y muchos otros se espera sean aclarados por la Comisión de
Investigación creada por el gobierno libanés.
¿QUÉ HAY DENTRO DE LAS
EDIFICACIONES?
La
consigna principal para los bomberos en su preparación profesional es salvar
vidas y resguardar patrimonios ante un desenlace inesperado de incendio y otros
accidentes.
Pero
testimonios de algunos de los profesionales del fuego aseguran que en su
intento de salvar vidas o estructuras
del fuego, se encuentran con la sorpresa de ver inmuebles que aún no han sido
objeto de revisión por parte de ellos, ya sea porque se les impide su ingreso
o se posterga la visita, para coordinar
normativas de seguridad o expedir certificación sobre el buen funcionamiento de
las instalaciones, porque de no ser así se convierten en una deletérea ‘caja de
pandora’.
Jefes
de seguridad creen que los bomberos no
deberían ignorar qué hay dentro de las edificaciones y en
sus visitas de seguridad conocer lo almacenado en bodegas, depósitos… que pueda
poner en peligro las estructuras y con ello la vida de quiénes las habitan y a
aquellos que se encuentran a sus alrededores.
Después
de este desgarrador suceso creemos que los bomberos tienen la última palabra para manifestar
cuáles son los obstáculos en el ejercicio de su riesgosa profesión, con el fin
de no exponer inútilmente su valiosa vida, que opera para salvar otras, por un
errático o señalado descuido en la manipulación de sustancias peligrosas que,
dependiendo de las circunstancias, se convierten en bombas atómicas sin serlo. (Colaboración: Francis García)
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