TRABAJAR EN VÍAS CONCESIONADAS Y PRESTAR SERVICIO DE AMBULANCIAS Y MÁQUINAS EXTINTORAS PARA INGRESO DE RECURSOS
Amigos lectores, tal vez, no advirtamos en profundidad lo que es la misión de los bomberos en su integridad. Pero es de resaltar que no sólo, en medio de un voraz incendio, enfrentan el peligro y sirviéndose de sus conocimientos, simulacros, tecnología, protección, y aún manteniéndose cuál diestros equilibristas que caminan por la fuerte y tensionada cuerda hasta alcanzar la meta, en el desafiante ejercicio buscan pasar ilesos para no caer al vacío. De este modo, los bomberos templan sus nervios y enfrentan un sinnúmero de riesgos. En su ardua labor se cuidan de no pisar terrenos movedizos, sin haberlos reconocido de antemano. E ahí, la razón de sus fuertes entrenamientos.
Entonces, no sólo se le miden a las altas e impresionantes columnas de fuego que, en lugar de retroceder, encuentran fieles aliados que las fortalecen en su estrepitoso caminar. Un químico mal almacenado, la acumulación de gases, el premeditado derrame o la explosión de un combustible, el viento enemigo que sopla con violencia, el cable de energía que roza con la naturaleza, la lenta acumulación de grasas y aceites, sin juicioso mantenimiento, el choque de un auto que a altas velocidades pone fin a la frágil existencia, son algunos detonantes que combinados despiertan el ‘gigante’ incendio y el hombre de valor debe prepararse para conocerlo, enfrentarlo y derrotarlo. En esos inestables escenarios aparece la figura del gladiador bombero.
En los desastres naturales que nacen en la tierra, en el mar y en el cielo, terremotos, deslaves, erupciones volcánicas, avalanchas, tsunamis, ciclones, huracanes, tornados, inundaciones, el bombero está llamado a accionar la prevención para que los pueblos expuestos puedan salvar sus vidas, antes que sus posesiones, seguramente, devastadas por las poderosas e indetenibles fuerzas naturales.
Así, como estos natos profesionales combatientes del fuego y de los colosos naturales son los guerreros de los furiosos cataclismos. Capaces de rescatar de los incendios forestales, inundaciones y avalanchas, animalitos indefensos. Los curan, los salvan y hasta los convierten en sus eternas mascotas. Así, también, controlan insectos como las abejas cuando arremeten contra el hombre.
Pero, su misión en favor de la vida y la protección de los bienes no termina ahí. Entonces, pasan de ser guerreros a ser ángeles humanos y se internan en las almas confundidas, adoloridas, desengañadas, en ocasiones bajo los efectos del alcoholismo o los estupefacientes que, en un acto desesperado, buscan precipitarse al abismo mortal, rescatándolas de un paso que, probablemente, pese sobre ellas una eternidad.
Pero, ¡que bendición! Cuando en ese tenebrosa situación surge la acción oportuna del bombero, quién con gran dominio de sí y de la situación, tiende su mano protectora y ¡el milagro aparece! Ese hombre, esa mujer que hacía unos minutos querían eliminar su vida, retroceden en su confuso intento. Y un ser humano..., ¡vuelve a la vida!
En esta ocasión hablamos con el sargento Yesid Alexander Casas, Subcomandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Antonio del Tequendama, en cabeza del Comandante Cristian Quiroga, quien accedió a contarnos la satisfacción que ha experimentado cuando, muy a tiempo, ha extendido sus manos a personas que han buscado como única vía de escape, frente a los problemas de la vida, suspender sus irrepetibles existencias, rescatándolas de una imperdonable decisión.
Relató para los editores de LLAMAS que, su trayectoria, inició como bombero en el 2006 en la Estación de Bomberos de Mosquera y, desde este año, viene desempeñándose al frente de los bomberos de Cundinamarca. Asimismo, en este adelanto informativo daremos a conocer en qué condiciones laboran los bomberos de esta región, cómo obtienen sus recursos, qué servicios prestan y qué necesidades tienen para desempeñar con flexibilidad su tarea emergencista.
LL: Subcomandante, cuéntenos, ¿ cuáles son los problemas que hay en Cundinamarca, si hay suficientes estaciones, si están bien dotadas?
Y.A.C: La problemática que tiene Bomberos Voluntarios de Cundinamarca es la falta de recursos. Esa es una brecha muy grande que hay. Aunque la ley 1575 nos permite avanzar, sin embargo los recursos son escasos. De los 116 municipios del departamento, algunos no tienen estaciones. Un ochenta por ciento de los municipios sí tienen su estación de bomberos.
... “DÍA TRAS DÍA LUCHAN POR CONSEGUIR RECURSOS”...
LL: ¿En qué condiciones se encuentran estas estaciones?
Y.A.C: Sus equipos y el personal es insuficiente. Son estaciones que, día tras día, luchan por conseguir recursos para poder seguir dotando.
LL: ¿Cómo los consiguen, por la ley 1575, o ustedes mismos?
Y.A.C: A través de la Dirección Nacional de Bomberos, del departamento y con recursos propios, mediante las inspecciones técnicas, venta y recarga de extintores. Algunas estaciones tienen la parte comercial y de allí reúnen recursos y la ley 1575 facultó la sobretasa bomberil, un gran alivio. Entran unos recursos importantes en algunos municipios, en otros muy poquito.
LL: Se ha escuchado la posibilidad de colocar en las facturas de servicios públicos como la luz, una entrada adicional para aportar al presupuesto de los bomberos, ¿ qué nos puede contar sobre esta iniciativa?
Y.A.C: No, realmente, lo que cobran los municipios es la sobretasa bomberil, llega en el recibo del impuesto predial, que es anual. No contemplan, como se ha oído, servicios públicos. No porque tendría que haber una reforma a la ley 1575 para justificar otro ingreso. En el momento el Congreso no ha legislado sobre el tema.
... “A ESTAS ALTURAS HAY ALGUNOS MUNICIPIOS QUE TODAVÍA NO TIENEN CONTRATOS”...
LL: ¿Cómo ha sido el comportamiento de los alcaldes, gobernadores, se preocupan por cumplir con los bomberos. Hay voluntad política para dotarlos como su profesión les exige a los bomberos de Cundinamarca?
Y.A.C: Nuestro gobernador, Jorge Rey, ha sido una persona comprometida con los Bomberos de Cundinamarca, ha venido trabajando arduamente por mejorar las condiciones. En algunas alcaldías se ve un poco el freno en cuanto a la contratación. Desafortunadamente, venimos de un cambio de gobiernos y hasta ahora están empezando los alcaldes a interesarse. A estas alturas hay algunos municipios que todavía no tienen contratos, pero, en su mayoría, está resuelto.
LL: Podemos decir que, en Cundinamarca, en sus 116 municipios, en cuanto a dotación para bomberos, equipos, vehículos, ¿el gobierno local sí está cumpliendo con los bomberos?
Y.A.C: Digamos que sí, se está trabajando. Las alcaldías nos cumplen con la sobretasa bomberil y algunos alcaldes son comprometidos con el tema de emergencias, con Gestión del Riesgo y aportan unos recursos extras para la adquisición de equipos, pero no son suficientes.
LL: ¿Ellos tienen conciencia que si hay un desastre como incendios forestales u otros, son responsables ante la ley?
Y.A.C: Penalmente los alcaldes son responsables y eso se les da a conocer en las reuniones de Gestión de Riesgo. El alcalde es la primera autoridad. Nosotros como organismos de socorro vamos hasta dónde la capacidad nos dé. Cuando se nos sale de nuestra capacidad, pedimos apoyo a los bomberos vecinos o al departamento. Ya si es un desastre de gran magnitud, a la nación.
LL: En conclusión, en equipos, vestuario, logística, en todo lo que necesitan, ¿usted cómo ve el panorama en Cundinamarca, lo ve bien?
Y. A.C: El panorama mejora. No podemos decir que es totalmente crítico, ha venido mejorando en los últimos años, pero sí se requieren mayores esfuerzos, mejores equipos. Se requieren máquinas, equipos de control de incendios. Máquinas de Intervención Rápida. La gobernación ha venido suministrando a los diferentes Cuerpos de Bomberos Máquinas para Incendios Estructurales. En los municipios pequeños no todos cuentan con una máquina de estas condiciones y se necesitan.
... “QUIPILE ATIENDE EMERGENCIAS EN MOTOCICLETA”...
LL: Subcomandante, me puede mencionar, ¿qué municipios todavía están descuidados en ese aspecto?
Y.A.C: Quipile, ¡atiende emergencias en una motocicleta! Atienden abejas, accidentes de tránsito, incendios... Son doce mil sus habitantes y tiene sólo dos bomberos.
Por ejemplo, en San Antonio, tenemos Máquinas de Intervención Rápida. Estamos en la adquisición de un carrotanque con recursos propios. Buscamos el recurso a través de los bancos, un préstamo. Vamos a poner un equipo al servicio de la comunidad y de la región del Tequendama.
... “TRABAJAR EN LAS VÍAS CONCESIONADAS”...
LL: ¿Qué llamado le hace, usted, a la Unidad de Gestión de Desastres?
Y.A.C: Que busquemos la manera de articular que los bomberos puedan ofrecer mejores servicios para que, asimismo, haya entrada de recursos. Ejemplo, trabajar en las vías concesionadas, que prestemos el servicio de ambulancia, de máquinas extintoras. Entonces, estaríamos recibiendo recursos las diferentes estaciones de Cundinamarca y de Colombia.
LL: ¿Los recursos es una idea que, ustedes, desarrollaron por iniciativa propia?
Y.A.C: Eso lo podemos ejecutar como Cuerpo de Bomberos Voluntarios que somos, una entidad privada, sin ánimo de lucro. Tendrían que mirarse los estatutos de cada Cuerpo de Bomberos, que tengan la viabilidad de poder prestar los servicios, la infraestructura y los equipos.
BOMBERO UNO Y DOS
LL: ¿Qué estudios tiene un Bombero Voluntario hoy día?
Y.A.C: En estos momentos para poderse certificar como bombero tiene que hacer un curso que se llama Bombero Uno y Bombero Dos. Entre los dos cursos son más o menos quinientas horas de capacitación, más unas voluntarias. Unos apoyos que algunas estaciones piden para poderlos certificar como bomberos y a nivel profesional se está dictando una tecnología en Bomberotecnia.
LL: ¿Cuántos bomberos tiene Cundinamarca en la actualidad?
Y.A.C: Superamos más de mil bomberos.
LL: ¿Han visto si los jóvenes pobladores de Cundinamarca quieren hacer parte de esta fuerza bomberil?
Y.A.C: Si, es muy bonito ver a los niños cuando lo ven a uno: ‘Si yo quiero ser bombero’. Por ejemplo, en San Antonio, tenemos dos procesos de formación: bomberitos que son niños hasta los catorce años y los juveniles que van de los catorce a los diecisiete años. Una vez cumplen la mayoría de edad, pueden pasar el curso para profesionalizarse como bomberos.
LL: Atención de incendios forestales, ¿cómo ha sido su manejo en Cundinamarca?
Y.A.C.: Los incendios en Cundinamarca son complejos por el territorio. Su geografía tiene dificultades. Hay incendios muy difíciles de atender. Para no ir tan lejos aquí, en Bogotá, cuando se incendian los cerros, sino es helicoportado, no se puede trabajar. Tampoco se puede atender un incendio forestal en la noche. Los incendios se trabajan en el día y su aumento se da en la temporada seca, por ejemplo, en estos tiempos.
LL: ¿Ustedes han colaborado con los incendios forestales en Bogotá?
Y.A.C: Si Bogotá lo requiriera nosotros los podemos apoyar. En las periferias hemos apoyado a los Bomberos de Bogotá y los municipios aledaños a la capital: Soacha, Mosquera, Tabio, Cota, lo mismo en los incendios estructurales.
LL: Su experiencia en los incendios forestales, ¿cuál ha sido? ¿Qué incendio lo ha marcado más?
Y.A.C: Uno que atendí en Mosquera, por Mondoñedo. Fueron bastantes hectáreas y mirar atrás y ver la desolación del bosque, el terreno. ¡No ver nada de vegetación! Ver que la vida silvestre se tiene que desplazar y que muchos animalitos mueren en el incendio, ¡da nostalgia!
... “HAY QUE TRABAJAR EN LA PREVENCIÓN”...
LL: Subcomandante Yesid, ¿qué idea podría aportar para los incendios de los cerros en Bogotá?
Y.A.C: Montar un sistema para un control de incendios forestales es muy complejo. Empezando porque quedarían expuestos a la comunidad, a que cualquier personas los dañe, los hurte. Lo que hay es que trabajar en PREVENCIÓN. Concientizar a la población de no hacer fogatas, ni quemas en los bosques. El tema de los cigarrillos. No botar las colillas.
LL: Usted se refería a un ataque por aire, ¿es posible en los cerros, o es difícil ingresar con ese sistema?
Y.A.C: En las partes montañosas, cuando la capacidad humana y las máquinas no dan lo que se pide, viene el apoyo de la Fuerza Aérea que nos ayuda con los helicoportados, el Bambi, y se hacen descargas sobre los focos y eso nos ayuda muchísimo para el control. Pero, en un terreno tan quebrado, con el personal humano es imposible controlar un incendio.
... “¡HAY MUCHOS CUERPOS DE BOMBEROS QUE NI UNIFORMES TIENEN!”...
LL: ¿Qué ocasionan los incendios, las manos dolosas o el robo de cables de energía?
Y.A.C: Básicamente, las manos criminales. Los pirómanos que les gusta ir haciendo fogaticas y ver cómo se va prendiendo el bosque. Eso es como el factor más común en los incendios forestales.
LL: ¿Qué llamado le hace al país por la falta de recursos para estas instituciones de voluntariado?
Y.A.C: La ley 1575 nos enuncia como un Servicio Público Esencial. Es un llamado al gobierno nacional, al de turno y a los que vengan a futuro, mirar a través de Gestión del Riesgo cómo fortalecer a los Cuerpos de Bomberos del país. ¡Hay muchos Cuerpos de Bomberos que ni uniformes tienen!
LL: En Cundinamarca, usted, ¿dónde pondría estaciones de bomberos?
Y.A.C: Las estaciones en Cundinamarca se arman en las cabeceras municipales. Pero, hay municipios muy grandes y los recursos no dan para crear una subestación. Hay municipios como Mosquera, Chía, que han pensado en crear subestaciones dentro del casco urbano, para que la llegada a las emergencias sea más rápida.
LL: ¿Qué otros municipios están atrasados en la prevención?
Y.A.C: No recuerdo municipios con ese nivel crítico, pero si hay municipios como Pulí -conocido oficialmente como Nuestra Señora del Rosario de Pulí-, que está en una cuchilla, con doce mil habitantes. Es una región muy alejada de cualquier apoyo y presenta muchos incendios forestales, pero son municipios que han ido creciendo y fortaleciendo su Cuerpo de Bomberos.
... “SINIESTRALIDAD EN CUNDINAMARCA ES ALTA”...
LL: En cuanto a los accidentes de carro tanques que movilizan combustibles por las vías cundinamarquesas, ¿ustedes han atendido siniestros permanentes con estos vehículos?
Y.A.C: La siniestralidad en Cundinamarca es alta. Tenemos accidentes en todas sus categorías, tanto en automóviles como vehículos de carga y en este caso vehículos cisterna que llevan materiales peligrosos. Los bomberos del departamento sí atendemos esas emergencias. Algunos Cuerpos de Bomberos, más que todo de la Sabana, cuentan con los equipos y el personal profesional para enfrentar esa clase de emergencias. Sin embargo, es claro que las empresas que manejan materiales peligrosos tienen unos convenios con unas compañías, que se dedican a ocuparse de ese tipo de emergencias. Nosotros llegamos a hacer la evacuación, a mirar afectaciones y a ser el primer respondiente. Una vez controlada la emergencia, se procede a mitigar o se le da el ingreso a las firmas especializadas en el control de estos accidentes.
LL: ¿Qué opina de aquellos que dicen: ‘No, es que el bombero así se presente la emergencia, sino tiene equipos, de todas maneras, es bombero, va y apaga’? ¿Es verdad esta afirmación?
Y.A.C: Yo creo que, un día, con el tema del auto-cuidado y de la responsabilidad que tenemos con los seres humanos, en cualquier labor, son imprescindibles los equipos. Nosotros, hemos atendido emergencias sin equipos, porque no los hay. Hoy día son indispensables. Nosotros, como cualquier trabajador, necesitamos preservar y conservar la vida, ¡claro! ¡Por más vocación que se tenga! Además hay empresas que están, a diario, innovando y creando tecnología bomberil.
El desarrollo a nivel mundial de las tecnologías, en el tema bomberil, ha venido avanzando muchísimo. Hoy día, todos los equipos cumplen normatividad, ya sea de Estados Unidos, Europa, que es lo que manejamos en Colombia y se desarrollan equipos, sistemas y cada día mejores productos.
REFORMAR LA LEY BUSCANDO MEJORES APORTES PARA LOS BOMBEROS
LL- ¿Qué le falta a la ley 1575? ¿Está completa? ¿No hay nada más que decir? ¿Qué agregarle...?
Y.A.C: La ley tiene vacíos y hace falta un trabajo mancomunado en el Congreso de La República para sacar una nueva ley y reformarla, buscando mejores recursos para los bomberos, mejores aportes, unidades para poder trabajar.
En cuanto a comercializar, ser como una IPS. Prestar servicios de ambulancia, carros de bomberos, para las concesiones. Toda esa clase de equipos, por ejemplo, para la minería. El tema de las capacitaciones sea exclusivo a los bomberos.
LL: Bombero, Yezid Alexander Casas, en la minería, ¿qué servicios adelantan los bomberos para la consecución de recursos?
Y.A.C: Nosotros en la minería tenemos bomberos especializados en el tema. Pero, al ser un Servicio Público Esencial, hacemos las inspecciones de seguridad Humana y hasta ahí va nuestra competencia, más de ahí no tenemos más recursos. A la minería le ofrecemos los planes de emergencia, los equipos de extinción y esto nos refuerza para recibir aportes.
En cuanto a las concesiones poder brindar el servicio de ambulancia, porque están obligadas a tener ambulancias, control de incendios y poder contratar con estas concesiones y así obtener ingresos para las estaciones del departamento y del país.
BREVE RECUENTO DE LO ACAECIDO EN EL PERÍODO DE SEQUÍA E INCENDIOS FORESTALES EN CUNDINAMARCA EN LA TEMPORADA SEPTEMBRINA.
La vereda Barro Blanco, en Bojacá, fue la más devastada por los incendios. Más de 1200 hectáreas consumidas y dos días que tuvo en vilo las habilidades de los guerreros del fuego que, por fin, consiguieron mitigarlo.
Importante señalar que, en el mes de septiembre. no hubo un día que el fuego no tuviera las alarmas encendidas de los organismos de socorro del departamento.
Según el reporte del Delegado Departamental de los Bomberos de Cundinamarca, Capitán Alvaro Farfán, este fue su balance a la prensa: “infortunadamente este cambio climático nos ha generado una situación bien compleja con relación a la atención de los incendios forestales a lo largo no sólo del país, sino de toda Cundinamarca. En lo corrido del año hemos tenido un promedio de 700 incendios forestales, un promedio de cinco mil hectáreas de bosques que, infortunadamente han sido arrasados. Sólo en lo corrido de este mes hemos atendido un promedio de más de 120 incendios forestales y un promedio de 1.100 hectáreas. Tenemos tres incendios activos, en jurisdicción principalmente en el municipio de Bojacá, el cual tenemos de mayor complejidad y estamos trabajando con el personal de Bomberos, Ejército Nacional, Policía Nacional, Unidad Administrativa de Gestión del Riesgo y otros organismos de primera respuesta.
Esto expresó, sobre cuál es la actitud del bombero en el momento de enfrentarse a una emergencia por incendio: “Tener una conducta supremamente responsable, pero hay que tener, también, una preparación previa. El tema de gestión integral de riesgo es responsabilidad de todos los habitantes del territorio nacional y eso implica que tenemos que tener acciones preventivas, pero lo más importante evitar algunas situaciones que nos puedan colocar en riesgo. Mantener la calma y siempre tener a la mano los teléfonos de emergencia, eso nos permite poder informar, de manera oportuna, a nuestros organismos de primera respuesta para que, obviamente, esa atención sea mucho más eficaz y eficiente en el momento que se haga este reporte de atención”.
En lo relacionado con el número de unidades bomberiles que tiene Cundinamarca dijo: “En Cundinamarca tenemos en este momento 1600 hombres y mujeres, distribuidos en 92 Cuerpos de Bomberos, los cuales atendemos de manera estratégica a los 116 municipios del departamento. También tenemos otros organismos de primera respuesta que coadyuvan en el proceso de control y atención de incendios forestales como es personal de nuestra Policía Nacional, Ejército Nacional, Defensa Civil, Cruz Roja, y las demás personas que componen los diferentes Consejos Municipales de Gestión del Riesgo en los municipios de Cundinamarca”.
Más o menos 131 incendios se esparcieron por el territorio cundinamarqués, pero hubo uno que les ocasionó mayor lidia a los bomberos y organismos de socorro, el de la Vereda Barro Blanco, del municipio de Bojacá, abarcando también la jurisdicción del municipio de Mosquera.
Las conflagraciones mencionadas exigieron la presencia de bomberos de los municipios de Bojacá, Mosquera, Madrid, Facatativá y Cota, quienes junto a los equipos de emergencia de la Brigada Forestal de Cundinamarca, Cruz Roja, Defensa Civil, Policía, equipo de Gestión del Riesgo del departamento, Batallón de Desastres del Ejército y el apoyo desde el aire de los helicópteros de la Fuerza Aérea.
Sólo el día 26 de septiembre, día del amor y la amistad, los profesionales del fuego vencieron los indómitos fuegos. Después comenzaron la verificación de puntos calientes y de cenizas, dónde pudiera surgir otra vez la amenaza de fuego.
La Delegación Departamental de Bomberos de Cundinamarca, el día 22, emitió un balance de los incendios forestales reportados en el departamento, señalando que en Pandr, Venecia y Arbeláez, controlaron un incendio en San Roque que quemó diez hectáreas.
En las veredas de los Curos y San Bartolo, en el municipio de Nilo, su Cuerpo de Bomberos Voluntarios, con la comunidad, atendieron el incendio que consumió 14 hectáreas de bosque.
En la Mesa -Vereda Oriente-. Fusagasugá -Parque Emserfusa-. Mosquera -Vereda Laubrisky-. Ricaurte -Centro Vacacional de la Policía-, en estos sitios, los bomberos confinaron un buen número de incendios forestales.
En la Vereda Barro Blanco, los soldados de la Brigada de ingenieros EJC de Atención y Prevención de Desastres del Ejército, trabajaron en coordinación con la Fuerza Aérea Colombiana para someter el incendio forestal.
Más de setenta descargas con helicópteros UH-60, con 32.961 galones de agua y líquido retardante han sido realizadas por aeronaves de la FAC, combatiendo así los incendios -IF- que diezman cientos de regiones en el país. (Textos Claudia Marín, revista LLAMAS)
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