PEQUEÑOS INDUSTRIALES Y COMERCIANTES PAGARÍAN MÁS RETENCIÓN EN LA FUENTE DE ESTE AÑO 2025, DE UN IMPUESTO A PAGAR EN EL 2026
“Todo poder que no se funda en la justicia es tiránico”.
¡Atención, Consejo de Estado! Es a este organismo, máximo juez de la administración pública, al que le toca debatir el decreto 0572 de 28 de Mayo 2025, expedido por Min-hacienda, donde incrementa el cobro de la retención en la fuente, en especial, a actividades como la extractiva, uno de los renglones más descuidados y perseguidos por el gobierno actual, en razón de su ideologización política, amparada en un discurso seudo-ambiental.
Con esta norma busca recaudar, por anticipado, el impuesto sobre la renta de 2026 para cubrir el déficit fiscal y su iliquidez de caja de este año 2025.
Este es el escenario deprimido de la torpeada economía colombiana, en estanflación -subida de precios (inflación), más desempleo alto y decrecimiento económico-, según versados economistas y expertos en hacienda pública, no podía estar peor y el mal se agrava con esta incierta y preocupante medida, porque, según varios gremios se pone en verdaderos aprietos a fami, micro, pequeños y medianos empresarios y no se corta de raíz las causas que acentúan la devastación económica.
Lanzan un S.O.S, porque, para la mayoría, es incomprensible su justificación jurídica y económica, de incrementar y anticipar la retención en la fuente, trasladando su pago del 2026 al 2025.
Al decir de los analistas económicos esto precipitaría a la quiebra, al endeudamiento impagable, al desempleo y al cierre a un gran número de fábricas, pequeños negocios que, ‘de sol a sol’, con constancia y grandes sacrificios son los promotores del empleo formal. Verdaderos impulsores de la economía, hoy por hoy, asaltada por la corrupción, la ‘mermelada’ politiquera, de una administración derrochona, sin limites, con endeudamiento público y déficit fiscal, sin precedentes.
La ciudadanía en las redes sociales protesta e inquiere: “¿Por qué el gobierno nacional, no razona y se da cuenta que coaccionar a los sectores industriales y comerciantes con el anticipo de más cargas impositivas, acrecienta el máximo descontento y rechazo de quiénes están siendo víctimas de un muy desacertado manejo financiero estatal?”.
“¿Por qué en esta improductiva y erosionada situación económica el gobierno se atreve a aumentar las tarifas de retención en la fuente y baja las bases de rete fuente para captar a más población emprendedora, afectando mayormente a micro y pequeñas empresas que, en el desespero, buscaran la elusión, endeudarse o cerrar sus empresas definitivamente, porque sus negocios ya no dan más?”.
Para los analistas financieros esta no es una situación de poca monta, que, olímpicamente, pueda pasar desapercibida. Hoy, toca las puertas de los negocios más pequeños. El juete de la disfrazada reforma tributaria recae en peluquerías, empresas que ofrecen tratamientos de belleza, ebanisterías, tenderos, comercio al por menor de alimentos y bebidas...
También, contempla la construcción de edificios de vivienda, una actividad muy golpeada, al estar congelada la venta de inmuebles, por las difíciles circunstancias presentes en la economía nacional.
Transporte por tubería, marítimo, de carga y de pasajeros por carretera y aéreo internacional. De alojamiento en aparta hoteles, centros vacacionales. Actividades de zonas de camping. De servicios de comidas, todas con una tarifa de 3.5 por ciento en el recaudo, en la retención en la fuente.
¡Ahh! Y la editación de libros, la cultura se hace más inaccesible, también, con un 3.5 por ciento. Igualmente, actividades financieras, profesionales, científicas y técnicas. La educación primaria, secundaria, académica, las guarderías de niños... Excepto, el sector universitario en crisis que se le asigna un gravamen de 1.10 por ciento. Juegos de azar y apuestas, empleadores de servicios domésticos para el hogar, actividades de asociaciones religiosas, sindicatos y políticas. Además, del renglón inmobiliario con bienes propios o arrendados. Gravados con un 3.5 por ciento.
Y el puntaje más alto -4.5 por ciento de gravamen- se aplicaría a los sectores económicos del renglón extractivo que, como ya es muy conocido por la opinión pública, ha sido el más perseguido por la actual administración. Esto es el carbón, el gas, el oro y otros metales preciosos. La minería aurífera, en su mayoría, navega en la ilegalidad, por falta de una política de formalización. En tanto, que el gas es un combustible importado, porque el gobierno no ha otorgado la licencia ambiental a los nuevos yacimientos, por ejemplo, en la Costa Caribe colombiana y no ha suscrito nuevos contratos de exploración y explotación.
La extracción de petróleo crudo, en cambio, se le tarifa con un 2.7 por ciento. Y el sector cafetero, tampoco escapa de la cacería de la disfrazada reforma tributaria.
LA MÁS INCREIBLE ‘COLECCIÓN’ DE ‘CORBATAS’
Mientras esta amenaza se cierne para los micro y pequeños empresarios en su flujo de caja, el clamor general es que muchos tendrán que declararse en bancarrota, lo que no debería ser así, porque si somos honestos este gobierno se ha caracterizado por sus continuos viajes, pagando amplias comitivas. Con embajadas costosas por todas partes. Con descarados escándalos de corrupción y con la más increíble colección de ‘corbatas’ que hoy superan la bobadita de trescientos setenta mil empleos oficiales, agigantando el coloso aparato burocrático. Gastos excesivos que tienen en la cuerda floja la caja del recaudo fiscal del gobierno.
Pero que el Estado, ni corto ni perezoso, pasa su factura a los que sí producen empleo formal y se les agobia con más cargas laborales y tributarias, tendiendo a desaparecer, porque o producen, o llevan sobre su espalda la irresponsable y desmedida corbatería oficial que ellos, obviamente, no han patrocinado.
Lo más inaceptable y esto lo confirman serios analistas económicos, es que este controvertido decreto tiene la finalidad de recaudar cerca de doce billones de pesos, para continuar nutriendo la desaforada empleomanía oficial, asegurando así los votantes del mañana, los cuales ayudarían a ‘abrochar’ en el poder a quien pretende perpetuarse en él.
Los empresarios pequeños y medianos se preguntan y qué obtenemos nosotros a cambio: ¡Más endeudamientos!!!, cuando pagamos impuestos y no se ven obras tangibles que traigan progreso a nuestras empresas, al país, abran más puestos de trabajo, como vías terciarias, hospitales, colegios, túneles, puentes, aeropuertos, etcétera.
Y ni hablar del sistema de salud, hecho una melodía. Se declara en catástrofe nacional. Los pacientes muriendo por falta de atención oportuna y escasez de medicamentos para paliar las enfermedades, sobre todo las de alto costo.
Pero, eso sí, mientras se busca con desespero escarbar los defondados bolsillos de los colombianos para cuadrar un déficit fiscal del siete por ciento y el descalabro económico estatal, los colombianos en las redes invitan a la desobediencia civil, a no pagar, a hacer un alto en el camino y revisar si estamos dispuestos a seguir alcahueteando excesivos gastos y crecimientos burocráticos incontrolados, porque de consentir esta reprochable situación, donde ‘la costumbre hace ley’ y este decreto representa la salida para recaudar lo malgastado, ¿quién sabe si esta medida continúe rigiendo en futuras emergencias fiscales y los problemas de fondo, despilfarro y corrupción, continúen galopantes? Todo está por verse.
VERDADERA ESCLAVITUD DE UN SISTEMA BÁRBARO
Entonces, los emprendimientos privados junto con los puestos oficiales pueden llegar al punto de extinción, porque si se cree que ‘apretando’ a unos, se salva a otros, todos caerán irremediablemente.
Ese es el peligro inminente en el que nos encontramos. Es la verdadera esclavitud de un sistema bárbaro que busca desmoralizar al imprescindible tejido microempresarial colombiano y así dominar al ciudadano, empobreciéndolo, para que el Estado imponga sus reglas de juego al que todos serán sometidos, porque esa es la consigna de las tiranías como el comunismo: “Todo es de todos, nada es de nadie”.
A BLANDIR LA ESPADA DE LA JUSTICIA
Este apremiante panorama llama a la búsqueda de la libertad, en contra del despotismo y el exorbitante derroche estatal. Invita, simbólicamente, a blandir la espada de la justicia, de la equidad, del orden, en contra de medidas alcabaleras de quiénes buscan esclavizar a sus ‘gobernados’, conduciéndolos al suicidio empresarial, a una vida racionada y con restricciones.
El exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, hace unos días manifestó a la prensa escrita y hablada como en el programa “Nos Cogió La Noche”, emitido en YouTube- que, “el gobierno nacional toma la decisión de aumentar la retención en la fuente del impuesto de renta del 2026, para ser pagado en 2025.
“Que, quien tiene que pagar eso, será el gobierno entrante. Pero, más allá de eso, porque es muy peligroso para el país empezar a tomar ese tipo de decisiones que son una expresión de desespero. Desespero cuando la caja del gobierno enfrenta serios problemas este año. No tiene el recurso fresco para poder pagar las deudas de 2025.
“Se le ocurrió la genialidad de ‘jinetear’ los recursos de 2026 para usarlos en el año 2025. ¿Cómo lo hizo? Aumentando la retefuente, las tasas de retención en la fuente”.
El experto en economía y hacienda pública señaló dos razones de inconveniencia para ejecutar este decreto: “Primero, porque la mayoría de empresas en Colombia son tenderos, pequeños comerciantes, pequeños industriales. El que tiene la fábrica de confección en la casa. A esa persona le va tocar pagar más retención en la fuente de este año 2025, de un impuesto que tenía que pagar el 2026. Para muchas empresas va a representar dos o tres veces más la retención en la fuente que, históricamente, habían pagado.
“Forzando a pequeñas, medianas, grandes empresas a que se endeuden para pagarle al Estado en este año 2025. Un impuesto que no era para pagar este año, sino en el 2026.
“Segundo, el gobierno entrante, el ocho de agosto de 2026, va a llegar y no va a tener con qué pagar las cuentas, porque el recaudo tributario se fue del 2026 al 2025.
“La otra idea genial, con una intervención por parte de la dian, es quitarle la caja a Ecopetrol para gastársela este 2025”.
Asimismo, explicó que, “la caja de la nación ha caído en un ochenta por ciento de los promedios históricos que tenía la nación cada día, cada mes. La caja que es la liquidez que tiene una empresa, en este caso la gran empresa llamada Colombia, se ha caído en ocho de diez pesos. Este es un problema complicadísimo.
“Va capturar por esto entre siete y diez billones de pesos. Reforma tributaria encubierta, para resolver el problema de caja del 2025. a costa del 2026.
“Este año, 2025, tenemos el mayor nivel de deuda en la historia del país, con respecto al PIB. Un 62 a 65 por ciento del PIB. Mucho más que el año de la pandemia y no estamos en una pandemia”.
Advirtió, además, a la opinión pública que, “no sólo aumenta la tarifa de retención, sino que se baja la base de retención en la fuente. Muchos más van aparecer pagando adicional. Aplica a microempresas y pequeñas empresas.
ESCENARIO OSCURO
El rector de la universidad EIA, en Envigado, Antioquia, José Manuel Restrepo, resumió en estos puntos el oscuro panorama de la economía colombiana:
1) Vamos a llegar con una gran caja para cubrir la obligación de la nación de ese año
2) Déficit fiscal entre 6.8 y 7 del PIB.
3) Mayor nivel de deuda pública en la historia de Colombia. Cerca del 63 al 65 por ciento del PIB.
4) Escenario de incumplimiento de deuda fiscal. Para ese momento estará desbordada con toda seguridad.
5) No va a ver la caja suficiente para cubrir las obligaciones de la nación.
6) El gobierno entrante tendrá que decretar la emergencia económica. No hay plata. Y echar de todos los lados para solucionar ese problema fiscal de ese año 2026.
7) Efecto negativo 2025 en el sector productivo que genera crecimiento. El sector productivo se ve afectado por la caja. Es por donde se quiebran las empresas.
8) Se multiplicarán por dos los pagos que tenía que hacer la entidad.
9) 370.000 ‘corbatas’. Empleados públicos. El empleo militante de campaña.
A la pregunta de los comunicadores de qué se podría hacer para revocar esta medida, contestó: “Este decreto puede ser debatido ante el Consejo de Estado”.
...”AFÁN DE CAJA EN 2025, A COSTA DE LAS FINANZAS PÚBLICAS DE 2026”...
José Ignacio López, presidente del Centro de Estudios Económicos, ANIF, en su cuenta X, conceptúa lo siguiente sobre el decreto 0572: “No se entiende su justificación jurídica, ni económica , más allá de un afán de caja en 2025, a costa de las finanzas públicas de 2026”.
Según expertos en asuntos económicos este aumento golpea sensiblemente a las fami, micro, pequeñas y medianas empresas, pues el aumento en el pago afecta su flujo de caja. El sector empresarial financiaría al Estado derrochón y utilidades ninguna.
Las consecuencias serian: acudir a créditos bancarios. Bajar costos. Despedir empleados o cierre de empresas.
¿ENCONTRARÁ LA SILLA PRESIDENCIAL?
En conclusión, la gente de a pie, como don Juan Manuel Aponte, anhela para Colombia un mandatario que no busque flagelar a los ciudadanos, a los que contribuyen haciendo empresa con más y más impuestos.
“Que consolide la democracia, respetando los poderes institucionales legítimos y respalde la seguridad en las regiones y en las fronteras con una sólida estructura de su Fuerza Militar y de Policía”.
No niega que ese valiente patriota que busque ser presidente de los colombianos no la a ver nada fácil, porque jocosamente asegura. “¡Son de tal tamaño los huecos fiscales de este gobierno!, que sería buena suerte si encuentra la silla presidencial a la hora de sentarse en ella, no vaya ser que haya sido hipotecada o ya no esté.
“Es que, ¡mire!, la pandemia mundial no nos dejó tantos estragos a nuestra economía, como sí esta pandemipetrus que ha estancado el ritmo normal de sectores como la construcción, el energético, la salud, la seguridad, el agro... ¡Y el país debe hasta la camisa!!! ¡ Que el Sagrado Corazón de Jesús Salve a Colombia! (Textos revista LLAMAS)
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